El interés del consumidor por las marcas blancas se incrementó cuando arrancó la pandemia, en un escenario donde el consumidor buscó menores precios. Esa tendencia tomó más fuerza en los siguientes meses, y en este momento, con un aumento de precios en los productos de la canasta familiar la demanda sigue al alza.
Desde el lado de los supermercados esto ha significado un aumento en ventas. Según data de la consultora Lock y Asociados, al mes de julio, el crecimiento en valor de las ventas de marcas blancas de todas las categoría de abarrotes se elevó 14.4%, aunque la categoría en general decreció 3%, en relación al mismo periodo del 2020.
Cabe precisar que el año pasado el avance fue de 34%. “Esto es importante porque mientras la categoría recae, las marcas propias se están potenciando a doble dígito”, dice Patricia Pellón, gerente comercial de Lock y Asociados.
Dentro de los abarrotes con marcas propias existen 22 categorías, de las cuales 12 han tenido crecimiento, y en los primeros lugares destaca el aceite, el cual reportó un avance de 94.3% en valor mientras que la categoría se elevó 39.6%, frente al mismo periodo del 2020.
“Es un crecimiento que más que duplica a la categoría. El aumento fuera de las marcas propias es de casi 40% porque el precio se ha elevado”, comenta Pellón.
Categorías
En esa línea la experta sostiene que hoy en día las marcas propias de aceites son las líderes y ostentan la mitad del mercado de aceites.
En el caso del azúcar, el avance fue de 1.5% en marcas propias, el cual puede parecer bajo, pero cobra relevancia si lo comparamos con la categoría que cayó 20.1%.
Algo similar pasó con el arroz, que si bien ha tenido un crecimiento flat (0%), la categoría descendió 17%.
En tanto, a nivel de todas las categorías, 18 se han contraído.
Para la ejecutiva, si bien prefiere no dar una expectativa de crecimiento para estos últimos meses, considera que este ritmo de crecimiento se mantiene.
Ganando oportunidades
Y una de las estrategias que han trabajado los supermercados con las marcas propias recae en haber diversificado la oferta con diferentes apuestas. Esto significa que no solo se tiene una marca para competir, sino dos o incluso tres, cada una de ellas con un precio distinto mostrando una escala de precio dentro de lo económico.
Un ejemplo es Tottus que tiene la marca Tottus pero a su vez ha introducido a Precio Uno, marca blanca de su tienda de descuento pero que se encuentra en las góndolas de la cadena de supermercado y con una oferta de precio menor.
Lo que contribuye al crecimiento de la marca propia es la apertura de tiendas, y marcas como Precio Uno aporta en ello, y aún más es lo que hace Mass, la marca de tiendas de descuento de Supermercados Peruanos (SP), sostiene la experta.
En el caso de Plaza Vea la escala en precios es mayor, ello porque cuenta con tres marcas propias: Bell’s, Mass y La Florencia, esta última de mayor precio.
Cencosud, con Metro también ha sumado la marca Máxima, que destaca en la categoría de aceites y recientemente Cuisine & Co, que también compite en Wong, ingresando a muchas categorías, con una presentación más atractiva ante el público.
Cifras y datos
- Demanda. Las marcas propias que no han tenido un desempeño tan alto son las de cuidado personal y cuidado del hogar.
- Espacios. Aún quedan categorías que no han sido cubiertas por las marcas blancas como licores. En abarrotes, el 90% de categorías han sido cubiertas.
- Precio. Las marcas propias pueden costar un 20% menos que otras marcas tradicionales.