
Con presencia en más de 13 países y una cartera global de 28 GW en proyectos libres de carbono, Zelestra es una empresa integrada que combina soluciones solares, eólicas, de baterías e hidrógeno verde, todas 100% limpias. Respaldada por EQT —uno de los fondos de inversión más grandes del mundo, con más de 232 mil millones de euros en activos bajo gestión— la compañía continúa su expansión en Latinoamérica, donde Perú se convierte en pieza clave en su estrategia a largo plazo. En esa línea, Juan Pedro Aramburu, Country Director de Zelestra para el mercado local, detalló su horizonte de crecimiento hacia 2030.
¿Cómo se dio el inicio de operaciones de Zelestra en el mercado peruano?
Zelestra está presente en el Perú desde 2010. En ese entonces operábamos bajo el nombre de SolarPack, hasta que realizamos un proceso de rebranding. Participamos en las primeras licitaciones de energía renovable en el país y, ya en 2012, teníamos varios proyectos solares en operación. Es decir, llevamos más de 13 años trabajando en el mercado peruano, siendo pioneros en la implementación de tecnología solar dentro del SEIN (Sistema Eléctrico Interconectado Nacional).
¿En qué momento la operación local cobró mayor fuerza?
Durante varios años, los bajos precios de la energía en Perú frenaron las licitaciones estatales y limitaron la expansión de la oferta del SEIN. Sin embargo, en los últimos dos o tres años, el panorama cambió: los precios comenzaron a subir, la Corte Suprema de Justicia ordenó reformular la declaración de precios del gas natural, y en diciembre pasado se aprobó una ley que permite comercializar potencia y energía por separado. Estas señales regulatorias y de mercado crearon un entorno más favorable para nuevas inversiones.
En ese contexto, reactivamos la estrategia de desarrollo con la planta solar San Martín como proyecto emblemático. El Ministerio de Energía y Minas otorgó la concesión en septiembre de 2022 y, en agosto de 2023, se aprobaron los derechos de uso de más de 840 hectáreas en el distrito de La Joya (Arequipa). La construcción comenzó a inicios de 2024 y se completó en menos de 18 meses.
¿Cuál es su alcance?
La planta San Martín de 300 MWdc (megavatios en corriente continua) demandó una inversión superior a los S/650 millones de soles (US$176.6 millones) y constituye la más grande de energía solar en el país, la cual ya se encuentra en operación. Apostamos por la generación sostenible a gran escala, con más de 830 GWh (gigavatio-hora) anuales, permitiendo abastecer a un equivalente de más de 440,000 hogares en el país.
¿Qué otros proyectos ya tienen en marcha?
Este año iniciaremos la construcción de Babilonia, con 238 MW, y para el próximo año está programado San Joaquín, con 120 MW adicionales, ambas en Arequipa.

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Horizonte de inversiones hacia 2030
¿Qué objetivos de crecimiento tiene a largo plazo?
Nuestro objetivo en Perú es alcanzar aproximadamente 1 GW de capacidad instalada hacia el año 2030, con un portafolio diversificado que integre tecnología solar, eólica y sistemas de almacenamiento con baterías. Actualmente, más de 800 MW de ese portafolio ya se encuentran en etapa de factibilidad o incluso en una fase más avanzada. El resto corresponde a oportunidades adicionales, principalmente en energía eólica y almacenamiento.
Para llegar a esa meta, ¿que inversión ejecutarán?
Estimamos que nuestro plan en el Perú demandará entre US$ 1,000 y US$ 1,500 millones en los próximos cinco años.
Solo este año destinaremos alrededor de US$150 millones al proyecto Babilonia, y San Joaquín requerirá entre US$80 y 90 millones adicionales. Todo esto dentro de un horizonte de ejecución de 24 meses. Se trata de una inversión significativa, concentrada principalmente en el sur del país.
¿Están explorando tecnologías no convencionales o esquemas híbridos?
Somos una empresa multitecnológica. Si bien nuestros orígenes están en la energía solar —y tenemos una integración vertical completa en esta tecnología, incluyendo diseño e ingeniería in-house— también desarrollamos proyectos híbridos en otras jurisdicciones: solar con baterías, eólico con baterías, y combinaciones más complejas.
¿Qué alternativas concretas ven en Perú?
Estamos trabajando intensamente en la identificación de oportunidades para integrar sistemas de almacenamiento con baterías, porque creemos que generarán un enorme valor en el mercado peruano.
La ley aprobada el año pasado ya contempla los servicios auxiliares, y aunque aún estamos a la espera de su reglamento, nos estamos adelantando con evaluaciones técnicas y estratégicas. Nuestra visión en el Perú es desarrollar soluciones híbridas: incorporar baterías y energía eólica a nuestras plantas solares para ofrecer productos energéticos más completos.
Queremos convertirnos en un proveedor capaz de atender las necesidades energéticas del cliente final. El consumo energético es en tiempo real, y no todos los usuarios demandan energía en los mismos momentos. Quien logra entregar energía exactamente cuando se necesita, es quien será más competitivo.
¿Qué ventajas ofrece el Perú para el desarrollo de la industria?
El Perú tiene un recurso solar y eólico extremadamente competitivo. Existen proyectos eólicos con factores de planta del 50%, y nuestras plantas solares alcanzan producciones de entre 2,600 y 2,800 kWh por kWp, cifras que incluso sorprenden a analistas internacionales.
Además, contamos con terrenos eriazos en la costa desértica que no son aptos para agricultura ni otros usos, pero sí ideales para infraestructura energética. Esto nos da una ventaja de costos frente a otras fuentes.
Hoy, las energías renovables son las más competitivas dentro del sistema eléctrico. Por eso, cualquier generador que quiera tener un rol relevante en licitaciones —ya sean mineras, industriales o de distribución— debe mirar hacia estas tecnologías.
Además de minería y generación eléctrica, ¿qué otros sectores tienen alto potencial para demandar estas soluciones?
El agro es uno de ellos. A medida que se industrializa, impulsado por proyectos como Olmos o Majes, su consumo eléctrico se incrementa, sobre todo durante el día, lo que se alinea perfectamente con la producción solar.
En términos generales, el crecimiento de la demanda eléctrica en Perú siempre se ha proyectado en función del crecimiento del PBI. Sin embargo, hay variables inorgánicas que aún no se consideran del todo: movilidad eléctrica, digitalización, automatización, entre otras que marcarán una nueva etapa en el desarrollo del sector eléctrico. La economía peruana está cambiando, y eso va a crear nuevos focos de consumo que aún no están plenamente cuantificados.

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Abiertos a oportunidades inorgánicas
¿Están considerando oportunidades de crecimiento inorgánico?
Sí, siempre lo estamos evaluando. Aunque nuestro modelo de negocio ha sido desarrollar proyectos desde cero (greenfield), construirlos y operarlos a largo plazo, también estamos atentos a oportunidades en el mercado.
¿En qué casos?
Por ejemplo, cuando surge un proyecto que ya cuenta con permisos aprobados, pero no ha conseguido una salida comercial viable. Si identificamos que podemos articularlo con un PPA (contrato de compra de energía) que tengamos alineado, lo consideramos una oportunidad concreta.
Estamos en contacto con distintos desarrolladores y actualizamos constantemente el estatus de los proyectos disponibles. Recientemente cerramos una operación bajo este esquema.
Con estas perspectivas de crecimiento hacia 2030, ¿cómo se integra la operación en Perú dentro del plan de crecimiento global de Zelestra?
Actualmente, contamos con 29 GW en contratos a nivel global. Latinoamérica representa hoy cerca de un tercio de nuestros activos e inversiones. Hacia 2030, estimamos que esa participación se reducirá a entre 15% y 18%, no porque retroceda, sino porque estamos creciendo muy rápidamente en otras regiones, como Norteamérica e India.
Sin embargo, Latinoamérica sigue siendo estratégica para nosotros, no solo por el tamaño del mercado, sino porque son países donde tenemos una sólida trayectoria y relaciones consolidadas.
Para finalizar, ¿qué proyectos han cerrado recientemente en la región?
Acabamos de concretar el financiamiento del proyecto Aurora en Chile, que contempla 200 MW solares y 800 MWh en baterías, configurándose como uno de los proyectos híbridos más importantes de la región. Queremos seguir creciendo en América Latina, aunque es importante tener en cuenta que el SEIN peruano es un sistema relativamente pequeño, de apenas 10 GW, lo que establece ciertos límites en términos de penetración.
En corto:
- Aramburu destacó que un punto clave del desarrollo de proyectos de energías renovables es la posibilidad de desmoralizar el desarrollo eléctrico. Más del 80% de la generación eléctrica en Perú está concentrada en el centro del país, principalmente cerca del complejo hidroeléctrico del Mantaro y en Chilca a nivel de gas antural
- Sin embargo, el recurso solar y eólico más competitivo está en el norte y el sur. “Agregar nueva capacidad en estas zonas no solo es beneficioso desde el punto de vista eléctrico —porque equilibra mejor la red—, sino también desde el punto de vista económico y social", indicó.

Licenciado en Comunicación de la Universidad de Lima, con especialidad de periodismo y comunicación corporativa. Actualmente redacto en la sección negocios del Diario Gestión.