Country Manager del Grupo Falabella en Perú
El fallido golpe de Estado de Pedro Castillo gatilló una crisis política y convulsión social que, para Juan Fernando Correa, country manager del Grupo Falabella en Perú, representa el más reciente episodio de un ciclo de divisiones y destrucción para el país.
A la espera de que el Congreso vote hoy el pedido de reconsideración del adelanto de elecciones generales, Correa conversa con Gestión sobre las causas y posibles salidas políticas a esta crisis, incluyendo el rol que deben jugar el Gobierno de Dina Boluarte, el Poder Legislativo y el sector privado.
¿Han cambiado sus planes con esta coyuntura?
Los planes del grupo para el 2023 se mantienen estables. Pero eso no quiere decir que seamos indiferentes a lo que sucede. A veces se habla de ‘política y economía por cuerdas separadas’, pero ya hay que olvidarnos de esa expresión. La incertidumbre nos afecta a todos. La empresa privada no es ajena al Perú, ni a sus necesidades, ni a sus problemas.
¿La renuncia de Dina Boluarte es la respuesta para calmar esta crisis social?
El Gobierno está expresando con claridad cuáles son las fuentes de la violencia que estamos viendo. Por eso, es importante que el Ejecutivo y el Legislativo tomen decisiones sobre la base de lo que es correcto para el país; y no, simplemente, sobre la base de lo que se expresa con violencia.
Algunos dicen que renuncie la presidenta, pero eso solo generará más incertidumbre e inseguridad. No ayudaría a los peruanos que queremos paz y tranquilidad, que queremos un cambio fuerte que una al país.
¿Un adelanto de elecciones le daría esa tranquilidad al Perú?
Las elecciones pueden dar esperanza de cambio a algunas personas. Pero repetir la historia de los últimos años no cambiará nada. En el país han fracasado casi todas las fórmulas porque siguen naciendo de un grupo minoritario con intereses políticos, que tienen ideas absolutamente distintas a la realidad de los peruanos y no les importa el bienestar de las personas.
Las nuevas elecciones deben ser un verdadero cambio que dé por terminada esta etapa fracasada para nuestra política y para el país. Necesitamos nuevos actores, nuevos intérpretes de la realidad, que entiendan que son empleados de la ciudadanía. Elecciones o no, lo que quiere la gente es que se le resuelvan los problemas básicos y eso es lo que, con justa razón, están reclamando.
¿Es posible que cambien los rostros, que surjan nuevos liderazgos políticos, de cara un adelanto de elecciones?
No sé de dónde van a salir los nuevos rostros, pero tenemos que buscar nuevos liderazgos que unan; no que desunan. Tenemos que parar con la división. No podemos permitir que sigan destruyendo el país.
Nuevas y viejas autoridades
En dos semanas asumen sus funciones las nuevas autoridades regionales y locales, ¿qué papel deben jugar junto al sector privado para subsanar las causas de las protestas?
Creo que se puede articular proyectos bajo el mecanismo de obras por impuestos para mejorar infraestructuras para las personas, para la creación de servicios de primer nivel de salud, agua y desagüe.
En Ica, la gente no tiene agua, quiere ir a trabajar y no tiene dónde dejar a sus hijos, no tiene título de propiedad, es gente que ha venido de distintas partes porque hay mucho trabajo formal y se instalan precariamente. El gobierno regional no ha hecho nada para mejorarles la vida. Perfectamente podrían tener agua, desagüe, título de propiedad, mejores edificaciones y programas sociales para que las madres puedan ir a trabajar. Son cosas prácticas, no de ideología; no de si debemos ir por derecha o izquierda.
¿Considera que las autoridades regionales tienen más responsabilidad de la que se les ha atribuido sobre las causas de esta crisis?
Sí y han estado alegando durante años que todos los problemas regionales son culpa de Lima, cosa que no es cierta. Hay muchas regiones con mucho dinero por el canon minero que lo usan de manera inadecuada e incluso inaceptable: cuántos hospitales abandonados hay en Junín, cuántas obras públicas hay abandonadas en municipios y gobiernos regionales. Eso es vergonzoso.
Boluarte ya anunció que realizaría un cambio de Gabinete a solo días de asumir. ¿Eso evidencia algún grado de debilidad por parte del gobierno?
Probablemente, algunos cambios que quiera hacer sean positivos en el corto plazo. Perodebemos ponernos la mano en el pecho y reconocer que, desde hace años, hemos tenido decenas de cambios de gabinetes y de presidentes y que terminan desfilando por la justicia. Opinar o criticar sobre esto es fácil. Lo difícil y necesario es ver la realidad. Y esa realidad es la de un país que necesita un gran cambio: no solo mirarnos los pies, sino mirar el camino y apuntar en la dirección que resuelva los problemas de las personas.
Fundamentos de la economía
¿Hay algún ministro o ministra cuya permanencia en un nuevo Gabinete sería un mensaje de tranquilidad para el sector privado?
Me parece positivo que tenemos un ministro de Economía que viene de una larga trayectoria en el sector público, tanto en el BCR como en su cartera. Tiene una visión positiva, no politizada, técnica y que da, yo creo, un buen nivel de confianza con respecto a mantener la fortaleza económica que tiene el Perú.
Pero, justamente lo que algunos reclaman hoy en las calles son cambios en el modelo económico del país...
Cuando hablamos de fortaleza, las personas muchas veces no entienden qué es. Cuento una anécdota: en julio, en una visita a un colegio de una fundación en el pueblo de Urubamba los padres de familia nos expusieron todas sus preocupaciones.
Una de las madres nos dijo que la pandemia les había afectado muchísimo porque no hubo turismo y que ahora la subida del tipo de cambio los estaba impactando. ¿Cuánto había subido el dólar? De S/3.50 a S/3.90
Me quedé pensando en cómo me gustaría explicarle a esa señora que en el 2002 Argentina y Perú tenían prácticamente el mismo tipo de cambio. Un dólar en Argentina costaba 3 pesos. El Perú estaba S/3 un dólar. Hoy el dólar en Argentina está a más de 200 pesos.
Me provocaba preguntarle a esa señora cómo se sentiría si es que en vez de S/3.9 fuese S/200 un dólar. La gente no entiende el nivel de estabilidad económica que tiene el Perú y eso debemos cambiarlo. La poca inflación es una manera de ayudar a los más pobres porque la inflación es el impuesto más alto para los más pobres.
Si bien es cierto que mantenemos esos fundamentos, las calificadoras de riesgo crediticio vienen revisando nuestro panorama y a raíz de la coyuntura política algunas nos ubican en perspectiva negativa y, consecuentemente, los créditos se encarecen.
Efectivamente y es preocupante porque más allá de que afecte a la gran empresa, el costo de los créditos de consumo sube y finalmente afecta a todos los peruanos.
La gente no sabe eso, nos afecta porque las tasas de interés suben para todos. Las empresas no solo existen para ganar plata, sino para que una sociedad funcione. Más inestabilidad, más afectación.
El grupo Falabella está en otros países de la región donde en años anteriores se han dado episodios de convulsión social como Chile o Colombia. ¿Ve similitudes con lo que hoy ocurre en Perú?
La necesidad de un cambio profundo no solamente es de Perú sino de toda la región. Hay grandes frustraciones que han sido dramatizadas por tendencias políticas que buscan ganar poder y poner sus propias condiciones. Pero la violencia no es una expresión natural de los peruanos.
Los peruanos salen a protestar, pero no a romper vidrios, no salen a quemar la planta de Leche Gloria en Arequipa o a incendiar los fundos de Damper, no salen a tomar un aeropuerto.
No puedo comentar lo que ha pasado en otros países, pero sí veo que en Perú la violencia no es accidental. Es una violencia planificada, ideológica y la mayoría de los peruanos no está de acuerdo con eso, la mayoría de peruanos quieren paz, quieren tranquilidad, prefieren la paz y que se sienten a discutir las ideas y algunas serán apasionadas, pero los peruanos no estamos en una posición radical.
¿Esa ‘planificación’ de la violencia es lo que explicaría las diferencias de intensidad entre estas protestas y las que se dieron contra Manuel Merino en noviembre de 2020?
Es una situación absoluta y totalmente distinta. La mayoría de personas que salieron a protestar contra Merino lo hicieron de manera pacífica. ¿Hoy ha salido un millón a protestar? No, y tampoco de manera pacífica. La violencia por parte de los manifestantes que salieron a la calle en 2020 fue una excepción.
Asamblea Constituyente
Entre las pancartas y proclamas de quienes están hoy en las calles a nivel nacional no solo está la renuncia de Dina Boluarte ni el adelanto de elecciones generales, sino también el reclamo de una Asamblea Constituyente. ¿Hay espacio a nivel político, social y económico para ello?
El pedido de una Asamblea Constituyente es parte - esto es un postura personal y no de la empresa- de una agenda regional, de la extrema izquierda para tratar de posicionar ideas como las de Chile y que fracasaron, que permitan un mayor poder para ideas radicales. En eso soy claro y directo.
Entiendo que muchos peruanos sienten que se necesita un cambio en el país y creen que la Asamblea Constituyente es la salida a sus problemas.
Efectivamente, cuando las personas se sienten abandonadas, no sienten que exista el Estado y a la empresa privada la perciben alejada de su realidad que se ha visto agravada por la pandemia. Entiendo que quieran cambios y, en ese camino, les han sembrado lo que se llama un concepto vacío.
¿Para qué?
Les dicen que la Asamblea Constituyente resuelve todos sus problemas, sin importar cuál. Pero no se va ha cambiar ningún problema con la constituyente. El Estado tiene los recursos para resolver los problemas de la población, no se necesita un cambio en el capítulo económico. El Perú tiene el potencial para crecer.
Si realmente los políticos de este país quisieran resolver los problemas de las personas no estarían pidiendo un cambio de la Constitución. El único objetivo de quienes impulsan esta agenda es el cambio del capítulo económico para crear una empresa estatal que no funciona y que son un desastre.
Entonces, ¿cómo tomar este planteamiento?
Si a estas personas les importase el Perú, estarían exigiendo que el Ministerio de Salud apruebe las nuevas drogas internacionales contra la tuberculosis que están a la espera hace dos años o estarían pidiendo que se ejecuten los planes contra la anemia que solo está al 40% en el Perú y no hacen nada al respecto. Estarían pidiendo que mejoren la seguridad ciudadana y no lo hacen.
La Asamblea Constituyente es una discusión que se centra en temas ideológicos y no en mirar realmente las necesidades de las personas en el Perú. No debemos aceptar a ningún político que hable de cuestiones ideológicas.
¿No se debe hacer ningún cambio en la Constitución?
No deberíamos hacer un cambio de Constitución. Pero sí deberíamos hacer ajustes. Es urgente e importante poner un capítulo anticorrupción para que quede claro qué es; todo el que la cometa actos de corrupción debe ir a la cárcel.
También hay que reformar la Constitución para aclarar el concepto de vacancia, que sus causales y el proceso de destitución sean transparentes. En la Constitución actual un presidente puede matar a alguien y no se le puede cuestionar, es inaceptable.
“Es vergonzoso afectar a la pequeña empresa”
Juan Fernando Correa, country manager de Falabella en Perú asegura que la convulsión social y la actual crisis política no han cambiado los planes de inversión del grupo en nuestro país.
“La gran empresa tiene la espalda para soportar una semana difícil como la que vivimos; pero el pequeño y mediano empresario no. El bodeguero al que le rompieron su local o el taxista al que le quemaron su auto, probablemente tarde muchos años en recuperarse o no lo haga. Eso es vergonzoso, no es posible”, opina Correa.
Pese a que la crisis social y política que enfrenta el gobierno de Dina Boluarte todavía no termina, el ejecutivo asegura que durante el 2023 el grupo seguirá invirtiendo en la digitalización de todas sus operaciones. Esto incluye la automatización de sus centros de distribución por lo que la plataforma logística está incluida en sus planes de inversión.
“Para el 2023 tenemos otra inversión importante que es nuestra entrada a un centro comercial que está construyendo Mall Aventura en Iquitos donde van a ingresar Falabella, Sodimac y Tottus”, anotó.
Las claves
Para recordar. Tras el golpe de Estado que intentó perpetrar Pedro Castillo el 7 de diciembre, su vacancia aprobada por el Congreso de la República y el ingreso de Dina Boluarte como la nueva presidenta del Perú, estallaron manifestaciones en distintas zonas del país que se intensificaron.
Reconsideración. Hoy se discutirá en el Congreso la reconsideración a la votación del dictamen que plantea adelantar las elecciones generales a diciembre del 2023.