María Claudia Medina
Con la educación a distancia y el trabajo remoto, los proyectos que las compañías encargaban para darle más conectividad a sus espacios de trabajo, se redirigieron a los hogares. Juan Rojas, gerente general de Cloudbox, afirma que la empresa de soluciones tecnológicas trabaja de dos a tres proyectos por mes.
“Los proyectos dentro del área específica de conectividad, networking y wifi pueden empezar a partir de US$ 7,000 (S/ 24,850) o US$ 10,000 (S/ 35,500). El costo es muy variable porque depende mucho del cliente y del proyecto”, indicó.
Explicó que un proyecto para ampliar la conectividad no proporciona internet, sino que utiliza una red existente para generar más puntos de conexión, ampliar la señal y, en muchos casos, que los trabajadores puedan acceder de forma remota a los archivos que tenían en sus equipos de la oficina, entre otros atributos, como el soporte técnico a distancia.
“En el caso de un colegio privado con el que hemos trabajado, el proyecto incluyó desde la conectividad para los alumnos, dispositivos para los docentes y todo el soporte de sistemas para que hagan sus clases de forma remota. Cada proyecto es distinto”, precisó.
Nuevos mercados
Si bien los principales proyectos que han tenido se encuentran en los sectores de banca, educación y logística, consideró que en los próximos meses nuevos rubros buscarán soluciones de conectividad, por ejemplo, para la transmisión online de eventos masivos o conferencias, que las empresas no hubieran pensado desarrollar antes.
“Siempre se habló de transformación digital pero en las empresas no se ha comprado el ancho de banda necesario, ni se tienen las antenas, ni dispositivos que permitan una conexión con seguridad a internet. En cambio, mejoraron el RAM de las computadoras o el tamaño del monitor. No había un plan para afrontar una transformación digital tan rápida”, comentó.
Por ello, consideró que para el 2021 los ejecutivos priorizarán estas soluciones, frente a la compra de equipos o sillas ergonómicas, que ya tuvieron un pico de demanda. Para las empresas que retornen a las oficinas han incorporado soluciones de bioseguridad como las cámaras para detectar la temperatura.
“Las cámaras termográficas las hemos traído desde China y reemplazan de mejor forma los termómetros pequeños de supermercado que se descalibran fácilmente. Se conecta de manera directa a una computadora y funciona bien para sitios de alto tránsito, como centros comerciales y oficinas. En los últimos tres meses se ha vendido casi por completo”, anotó.
Rojas calculó que este año podrían pasar los US$ 2 millones (S/ 7.1 millones) de facturación, sumando las unidades de Colombia, donde están desde el 2018, y Ecuador, al que ingresaron este año.