La cervecera danesa Carlsberg y una embotelladora de Coca-Cola cerraron el jueves sus plantas en Ucrania tras la invasión rusa, mientras empresas que fabrican productos que van desde motores a reacción hasta semiconductores advirtieron que el suministro de materias primas podría verse afectado.
Carlsberg, que tiene una cuota del 31% del mercado ucraniano de la cerveza, detuvo la producción en sus tres fábricas en el país, mientras que Coca-Cola HBC dijo que había puesto en marcha sus planes de contingencia que incluían el cierre de su planta de embotellado.
El mayor banco nacional de Reino Unido, Lloyds, por su parte, advirtió que estaba en alerta máxima ante los ciberataques de Rusia, mientras que las empresas que operan en Ucrania estudiaban cómo proteger a su personal del conflicto.
Las fuerzas rusas invadieron Ucrania por tierra, mar y aire el jueves, confirmando los peores temores de Occidente con el mayor ataque de un Estado contra otro en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Muchas empresas con una exposición significativa a Rusia dijeron que todavía están esperando a ver la fuerza total de las sanciones occidentales antes de decidir cualquier acción, aunque el gasoducto Nord Stream 2 ya se vio afectado por las sanciones de Washington.
Las acciones de la empresa alemana Uniper, que tiene centrales eléctricas en Rusia y una exposición de 1.000 millones de dólares a Nord Stream 2, se desplomaron el jueves y su accionista mayoritario.
Las acciones de la empresa química alemana BASF, copropietaria de Wintershall con el grupo inversor LetterOne del multimillonario ruso Mikhail Fridman, bajaron un 5,6%, mientras que otras empresas que respaldan Nord Stream 2, OMV y Engie, también caían.
Otras empresas internacionales con personal en Ucrania, como el gigante suizo de bienes de consumo Nestlé, dijeron que estaban siguiendo de cerca la situación y que la seguridad del personal era su máxima prioridad. Nestlé lleva más de 25 años en Ucrania y tiene tres fábricas y unos 5.000 empleados.
Los fabricantes de motores a reacción Rolls-Royce y Safran dijeron el jueves que habían aumentado los suministros de titanio, mientras las empresas aeroespaciales occidentales se preparan para las consecuencias de la crisis de Ucrania.
El titanio, en gran parte suministrado por Rusia, se ha utilizado en los motores de los aviones durante décadas, pero su uso se ha disparado en los últimos años, ya que los fabricantes de aviones intentan hacerlos más ligeros.
Las grandes empresas de chips dijeron que esperaban una interrupción limitada de la cadena de suministro a causa del conflicto por ahora, gracias a la acumulación de existencias y a la diversificación de las adquisiciones, pero algunas fuentes de la industria dijeron que podría haber un impacto a más largo plazo.