
La canadiense Element 29 Resources, a través de su filial Elida Resources, presentó ante el Ministerio de Energía y Minas (Minem) una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para desarrollar exploraciones en su proyecto cuprífero Elida, ubicado en Áncash. ¿Cuáles son sus objetivos?
La DIA indicó que el propósito trazado es realizar evaluaciones geológicas a través de perforaciones diamantinas. Estas actividades buscan determinar la forma, el tonelaje y el contenido metálico de las zonas mineralizadas de Elida, permitiendo estimar con mayor precisión los recursos de cobre con valor económico en la zona.
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El plan contempla la ejecución de 115 sondajes, de los cuales 92 son nuevos, 3 han sido aprobados en la sexta Ficha Técnica Ambiental y 20 son modificaciones de perforaciones previamente aprobadas. Estos trabajos se distribuirán en 40 plataformas de perforación, considerando estructuras ya ejecutadas, habilitadas y aún pendientes de construcción, acotó el DIA.
“La exploración permitirá identificar zonas con mayor potencial geológico, lo que influirá en futuras decisiones para estudios de factibilidad”, argumentó la empresa. Además, el proyecto incluye la planificación de equipos de perforación y transporte, la construcción de accesos, y la descripción de metodologías para evaluar posibles impactos ambientales y sociales.
Igualmente, se plantean medidas de mitigación y cierre de instalaciones conforme a normativas ambientales vigentes.
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Cronograma de actividades y monto de inversión
El plan de trabajo trazado para las actividades de exploración en el proyecto Elida es de 60 meses, la que está sujeto a la obtención de los permisos necesarios, refirió la DIA. El cronograma presentado ante el Minem establece una fase de construcción y habilitación de componentes auxiliares que se ejecutará en aproximadamente 11 meses. Durante este periodo, se desarrollarán accesos, plataformas y pozas de lodos de manera progresiva, según el avance de la campaña de perforación.
La etapa de operación, que tendrá una duración de 50 meses, incluirá el traslado e instalación de maquinaria perforadora, el desarrollo de perforaciones diamantinas, el desmontaje de equipos y el mantenimiento de accesos. Igualmente, se llevará a cabo un monitoreo ambiental semestral para evaluar la calidad del aire, ruido, agua y suelo.
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Posteriormente, la fase de cierre se extenderá por 54 meses y estará dividida en dos categorías: cierre progresivo, que contempla el retiro de maquinaria y la limpieza de plataformas, y cierre final, enfocado en la restauración de suelos y vegetación afectados durante la exploración. Finalmente, la etapa de post-cierre, con una duración de cuatro meses, incluirá la verificación y control de medidas aplicadas para garantizar la estabilidad ambiental del área intervenida.
La DIA especificó que el plan de manejo ambiental de las actividades exploratorias en Elida contempla una inversión estimada de US$ 140,000 en diversas acciones para mitigar su impacto en el entorno. Entre las principales iniciativas se encuentran el monitoreo de calidad ambiental, rehabilitación de áreas intervenidas y programas de comunicación con la comunidad.
En detalle, el programa de monitoreo ambiental, que abarca calidad de agua, suelo, aire, ruido y aspectos biológicos, demandará una inversión de US$ 76,000. Este proceso incluirá la evaluación en las etapas de construcción, operación y cierre del proyecto.
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Asimismo, se destinarán US$ 44,000 a estrategias de comunicación con la población local, a través de charlas y talleres informativos, mientras que el monitoreo arqueológico, que se llevará a cabo durante la remoción de suelos, contará con un presupuesto de US$ 20,000.
El plan también contempla la rehabilitación de plataformas y componentes auxiliares, así como el manejo adecuado de residuos y la revegetación de áreas impactadas, garantizando la sostenibilidad en las fases de operación, cierre y post cierre.