En una estación de invierno que tendría temperaturas por debajo de los 10° en Lima, Gamarra prevé ventas de prendas abrigadoras por encima del 2021. Así, confía en que la campaña otoño-invierno aporte el 50% de sus ingresos anuales.
La presidenta de la Asociación Empresarial Gamarra Perú, Susana Saldaña, recordó que la temporada del año pasado coincidió con restricciones por la segunda ola del COVID-19. Ahora, la venta inclusive se impulsa con despachos a provincias.
“Son muy importantes, aunque en los últimos 10 años eran el 70% de la venta y ahora es el 50%, ha bajado por la importación masiva”, comentó, tras referir que las ciudades del norte y sur del país son las principales plazas.
No obstante, reconoció que la facturación de esta campaña de invierno será solo el 40% de las ventas de la prepandemia. Y es que, por la falta de créditos a tasas bajas, salvaguardas a la importación y el comercio informal, aseguró que los confeccionistas de prendas de invierno en el emporio de La Victoria no se reactivan en su totalidad.
Talleres “multiespecialistas”
Señaló que la reapertura de talleres de ropa abrigadora se encuentra recién al 50%, mientras que el resto ha quebrado o no tiene capital de trabajo. Y de los que ya operan, la mayoría no recupera el 100% de sus volúmenes de producción.
Sin embargo, el potencial de la campaña ha motivado a talleres “multiespecialistas” a ingresar a la confección de ropas de invierno y aprovechar la campaña.
“Los empresarios hacen lo que mejor saben, y si hay algún pedido diferente igual están atendiendo todo tipo de clientes con la experiencia que tienen”, anotó.
Venta minorista
De cara al consumidor final, Saldaña refirió que las tiendas en Gamarra ofrecen buzos y poleras en franela y polar desde S/ 10 o S/ 15.
Si bien refirió que el costo de algunos insumos ha subido hasta 10%, indicó que el precio final casi se mantiene.
“Muchos productores absorben costos para que el precio no suba mucho, priorizan sostener el proceso de recuperación”, manifestó.
De esa manera, destacó que la mayoría de clientes adultos llevan de tres prendas a más, en promedio, para alcanzar un descuento por la compra mayorista. Solo en el caso de los jóvenes, algunos llevan de una o dos prendas.
Emprendimiento. Debido a la pérdida de empleo durante la pandemia, Susana Saldaña resaltó que muchas personas con recursos provenientes de la CTS o la AFP han incursionado en la venta de prendas de vestir, aprovechando los precios mayoristas del emporio de Gamarra. “Pueden hacer negocio con un capital desde S/ 300 o S/ 500 para vender en sus zonas o por Internet”, anotó.
Añadió que este segmento de emprendedores comprende tanto a jóvenes como a adultos que fueron desvinculados de sus trabajos y no han podido recolocarse en el mercado laboral.