Dentro del mercado de oficinas, el coworking ha sido uno de los más golpeados, incluso con cierre de sedes. Bajo un modelo de operación a través de alquileres de edificios a los “landlords” (dueños de tierras, como Centenario, Urbanova, entre otros), con el objetivo de hacer frente a la caída de sus ingresos y ocupación, los coworking han pactado un esquema parecido al que usan los centros comerciales, compuesto por renta fija y renta variable.