La compañía de música más grande del mundo creó una banda de cuatro simios virtuales.
Si esa frase es de las que le hacen cuestionar su cordura —o el estado de la civilización occidental—, no es el único. Universal Music Group NV combina dos conceptos digitales a la moda: los tokens no fungibles (TNF) y el metaverso. Gracias a la apreciación de las criptomonedas y algunos impulsores muy famosos como Elon Musk y Mark Zuckerberg, estas han pasado de esotéricas a omnipresentes en tan solo unos meses.
Y aunque el auge de los TNF a menudo se siente como si involucrara a un grupo de personas que ganaron demasiado dinero comprando criptografía, las grandes corporaciones están tratando de descubrir cómo aprovechar tanto los TNF como el metaverso en su beneficio. Facebook, que cambió su nombre a Meta Platforms Inc., es el ejemplo más destacado, abarcando el concepto de un mundo virtual interconectado.
Universal Music, hogar de los músicos más vendidos como Drake y Taylor Swift, está trabajando con el coleccionista Jimmy McNelis para convertir cuatro de sus TNF en una banda llamada Kingship. Kingship consta de cuatro personajes digitales, tres simios aburridos y un simio mutante, todos parte de una colección de TNF conocida como Bored Ape Yacht Club.
El club es una de las historias de TNF más exitosas del año pasado; le dio a cualquiera que comprara uno de los simios derechos comerciales completos para usar la imagen.
10:22 PM, una de las discográficas de Universal, ha contratado a un equipo de criptoartistas y animadores para convertir a los simios bidimensionales en seres tridimensionales. La compañía grabará música para Kingship que lanzará en servicios de streaming . La “banda” actuará y participará en videojuegos, aplicaciones de realidad virtual y en toda la constelación de experiencias digitales conocidas como metaverso.
”Se le puede llamar una banda TNF o pensar en ellos como personajes”, dijo Celine Joshua, directoral de 10:22 en una entrevista este fin de semana. “Los personajes cobrarán vida. Los simios cobrarán vida”.
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— KINGSHIP (@therealkingship) November 11, 2021
Joshua y su equipo van a crear las historias de estos personajes desde cero. Elaborarán una campaña de marketing para presentar a los simios a posibles fans, explicar cómo se conocieron y describir quiénes son. “Es como la forma en que presentamos nuevos artistas al mundo”, dijo.
Joshua es el tipo de ejecutiva que intenta adelantarse a la próxima gran oportunidad financiera. Durante los últimos años, han sido las redes sociales (o Web 2.0 en el lenguaje tecnológico). Ha tratado de convertir a las personalidades de redes sociales Lele Pons y Chantel Jeffries en músicos, y supervisa gran parte de la relación del sello con plataformas sociales como YouTube.
A medida que los tecnófilos se fusionan en torno a la idea de la Web 3.0, un internet descentralizado, Joshua se ha lanzado al mundo de los TNF. Así conoció a McNelis, uno de los principales coleccionistas. McNelis adquirió cientos de TNF de simios de Yuga Labs LLC, el creador de Bored Ape Yacht Club, y tiene una colección que estima vale más de US$ 100 millones. Fue uno de los primeros compradores de ether, una criptomoneda.
Joshua le propuso la idea de crear un nuevo grupo y eligió cuatro personajes que pensó que funcionarían como banda. Eso incluye un simio dorado, otro de los cuales se acaba de vender en Sotheby’s por US$ 3.4 millones.
Si bien la idea de Joshua es novedosa —una banda TNF—, una banda virtual no es algo sin precedentes. En 1998, el músico Damon Albarn y el artista Jamie Hewlett crearon un cuarteto virtual llamado Gorillaz. Albarn hizo la música y Hewlett diseñó cuatro personajes animados que aparecían en videos musicales y en entrevistas ocasionales o presentaciones en vivo. Albarn también concedió entrevistas en representación del grupo y actuó junto a colaboradores musicales.
Lo que es diferente esta vez es cómo Kingship ganará dinero e interactuará con los fanáticos. Joshua planea vender TNF de Kingship, dando a los compradores acceso a experiencias musicales exclusivas y eventos del mundo real. Hay que pensar en ello como un club de fanáticos para el mundo virtual.