Aunque la pandemia afectó a todos, algunos de los que se llevaron la peor parte fueron los pacientes de cáncer y VIH. Además de formar parte de los grupos más vulnerables ante el virus, tuvieron que afrontar serias dificultades para recibir sus tratamientos. Esto se vio reflejado en las importaciones de los medicamentos necesarios para tratar estos males, que cayeron de US$73.2 millones en el 2019 a US$66.6 millones en el 2020. Sin embargo, esta situación ya se ha regularizado y la demanda de dichos medicamentos incluso es mayor que en el año previo a la pandemia, señala la Asociación Nacional de Laboratorios Farmacéuticos (Alafarpe).