Hace solo unas semanas, los empresarios situados en el centro de Lima y en el perímetro de la Plaza Mayor celebraban el retiro de las rejas que por más de un año impidió un mayor dinamismo de la actividad comercial en la zona. La medida, que llegó a vísperas de Navidad y Año Nuevo, hoy se enturbia por las protestas sociales, las cuales golpean el comercio de esta parte de la capital.
“Pensamos que en esta Navidad tendríamos una mejor venta que el año pasado, con un crecimiento de cerca del 35%; de hecho, íbamos en ese camino con transacciones que doblaban incluso los meses previos. Pero de pronto tenemos manifestaciones todos los días y los clientes tienen miedo de venir al centro de Lima y poner en riesgo su integridad física”, anotó Eduardo Estrada, presidente de la Confederación Nacional de Comerciantes (Conaco).
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Dijo que el flujo de compradores, que era prometedor la primera semana de diciembre, ha caído en un 30% en los últimos días. También se espera un descenso del ticket de compra, que inicialmente estaba entre los S/ 800 y S/ 1,000 por persona.
Los negocios más afectados son los ubicados en la avenida Abancay, como Mesa Redonda y el centro comercial El Hueco. También se suman los situados en la avenida de la Colmena, Jirón de la Unión y los colindantes con la Plaza San Martín.
“Estimamos que la venta está cayendo en un 25%, teniendo en cuenta que tenemos competidores como los malls, que en estas circunstancias se muestran como lugares más seguros para la gente. ¿Quién va a querer venir al centro de Lima temiendo ser agredido?”, lamentó Estrada. Aseguró que los comercios se encuentran en constante alerta de hechos vandálicos para inmediatamente cerrar.
El portavoz precisó que los negocios que, en el mejor de los casos, estuvieron con transacciones cercanas a los S/ 8,000 diarios se redujeron a S/ 6,000. “La campaña navideña representa el 40% de las ventas anuales que tienen los empresarios de esta zona”, añadió.
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Importaciones
En torno a las importaciones, Estrada manifestó que el problema se agudiza sobre todo para aquellos que tienen que realizar despachos de artículos navideños a provincias, toda vez que los compradores en regiones no recibirían pedidos fuera de tiempo en el que ya no haya posibilidad de venta.
“Y no solo se trata de los pedidos; incluso tenemos comerciantes que están detenidos en la carretera por los bloqueos, algunos preocupados por los negocios que tienen aquí”, indicó.
Estrada explicó que, dado que el mayor impulso de la campaña ocurre en diciembre, la mayoría de importadores tienen en almacén más del 50% de sus productos, lo que preocupa a los empresarios, pues de no solucionarse en breve los conflictos, existe el riesgo de quedarse con la mercadería.
“Lo peor que puede pasar es que los clientes de provincias empiecen a ver nuevos compradores y perdamos la plaza. Es decir, ya no solo perderíamos en tienda, sino también en despacho”, afirmó el empresario.
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