Copa ha implementado “robustas medidas de desinfección, higiene y bioseguridad para ofrecer un ambiente seguro en cada etapa del viaje”, dijo su CEO.
Copa ha implementado “robustas medidas de desinfección, higiene y bioseguridad para ofrecer un ambiente seguro en cada etapa del viaje”, dijo su CEO.

La panameña Copa Airlines comienza a levantar tímidamente vuelo en medio de las prolongadas restricciones por la pandemia del COVID-19, con un “robusto” protocolo de bioseguridad y consciente de que la recuperación tras la peor crisis en la historia de la aviación comercial será lenta.

El Gobierno panameño suspendió el 22 de marzo por 30 días los vuelos internacionales, una medida para frenar la propagación del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 que ha sido prorrogada en cinco ocasiones, la última hasta el próximo 21 de setiembre.

Panamá acumuló hasta el lunes 87,485 contagios confirmados y 1,906 muertes en 169 días de pandemia, las cifras más abultadas de Centroamérica.

En ese escenario de restricción a los vuelos, la operación de Copa llego prácticamente a cero, con solo la realización de “vuelos humanitarios”, unos 130 en total.

Tímido reinicio de operaciones

La autorización gubernamental dada el 31 de julio para que el Aeropuerto Internacional de Tocumen, o el "hub de las Américas" por su alta conectividad, se abriera para recibir de forma limitada vuelos comerciales internacionales en tránsito, ha permitido a la aerolínea panameña levantar tímidamente vuelo.

Desde el 14 de agosto estamos realizando en promedio 40 vuelos por semana, comparado a los más de 2,500 vuelos semanales que Copa operaba previo a la crisis ocasionada por el COVID-19”, le dijo el presidente ejecutivo de la aerolínea, Pedro Heilbron.

La aerolínea opera actualmente vuelos hacia Miami y Nueva York en Estados Unidos, Ciudad de México, San José en Costa Rica, Santo Domingo en República Dominicana, Quito y Guayaquil en Ecuador, Sao Paulo en Brasil y Santiago en Chile, lo que "equivale a menos de 2% del total de vuelos semanales" realizados antes de la crisis, precisó Heilbron.

Copa Airlines conectaba 80 ciudades de 33 países de América y el Caribe antes de la pandemia, pero muchos aeropuertos del continente siguen cerrados y/o sus países mantienen fuertes restricciones para los visitantes extranjeros.

Protocolo de bioseguridad

Copa ha implementado “robustas medidas de desinfección, higiene y bioseguridad para ofrecer un ambiente seguro en cada etapa del viaje”, que incluyen el uso en los aviones de “filtros de alta eficiencia (HEPA, por sus siglas en inglés), que purifican hasta un 99.97% de las partículas de virus y bacterias, similar a un quirófano”, dijo su presidente ejecutivo.

El sistema de recirculación de aire en cabina renueva el aire cada 2 a 3 minutos y su desplazamiento vertical evita que se comparta con los pasajeros de los lados y del frente, lo que sumado al uso obligatorio de la mascarilla durante todo el vuelo, “ofrece un ambiente seguro y saludable a bordo”, agregó.

Copa ha adoptada además otros procedimientos en las instalaciones y puntos de contacto del aeropuerto, todas desarrollados por un “comité especializado en bioseguridad, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias nacionales y organismos internacionales, así como las mejores prácticas observadas en la industria desde que inició la pandemia”, destacó Heilbron.

Golpe a las finanzas

Copa ha suspendido contratos, negociado jubilaciones adelantadas o acordado media jornada laboral con sus más de 7,000 trabajadores en Panamá, y anunció que una treintena de sus aeronaves, 14 Embraer y 16 Boeing 737-700, no van a volar más y que se piensa en la venta de parte de ellas.

Copa Holdings presentó sus resultados financieros para el segundo trimestre del 2020, en los que reportó una pérdida neta de US$ 386 millones”, precisó Heilbron.

Y el escenario esperado en el mediano y largo plazo es el de una recuperación lenta para la aviación comercial, que espera pérdidas este año de US$ 84,300 millones para las aerolíneas.

Los expertos coinciden que va a tomar por lo menos 4 años volver a los niveles anteriores de la pandemia. En nuestro caso, estimamos que para finales del 2020 estaremos aproximadamente al 30% de nuestra capacidad que solíamos tener preCOVID-19. Para el 2021, estimamos operar poco más de 40%, es decir, vamos a estar a menos de la mitad de lo que teníamos”, afirmó Heilbron.