La turbulencia política continuará poniendo a prueba la tolerancia al riesgo de empresas en el 2021 y 2022, indicó Claudia Navas, analista de riesgos para Perú de la consultora Control Risks.
“A medida que el país se acerca a un escenario post-COVID 19 en el que las inequidades exacerbadas por la pandemia se harán aún más evidentes, así como la incapacidad del Estado de reducirlas de manera efectiva, se profundizará la inestabilidad y la polarización política”, señaló.
La analista considera que esto se traducirá en una actitud más desafiante del Congreso frente al Ejecutivo y en la prolongación de la incertidumbre sobre la dirección que tomará el país en los próximos años, desalentando la inversión
Elecciones 2022
Claudia Navas, de Control Risks, considera que “el riesgo del populismo aumentará de cara a las elecciones regionales de octubre de 2022, y las empresas se verán expuestas a un mayor nivel de impredictibilidad regulatoria, mayores cargas tributarias, interferencia gubernamental, supervisiones contractuales más rigurosas y, en algunos casos, a la revisión de contratos”.
“No obstante, el entorno de riesgos variará de sector a sector, proyecto a proyecto, y según las condiciones específicas de los mercados (no serán generalizados). De ahí la importancia de que las empresas evalúen frecuentemente cómo el entorno de riesgos puede afectar su negocio y trazar estrategias adecuadas para mitigarlos”, añade.
Mapa de riesgo
Según una reciente evaluación de Control Risks, Perú pasó de ser un país de riesgo político elevado a uno de riesgo medio.
“Aunque el riesgo político en Perú disminuye, no es necesariamente por una razón alentadora. Consideramos que un gobierno de izquierda simplemente carece del apoyo legislativo para promulgar leyes que podrían amenazar al sector privado”, indica e informe RiskMap ratings: the risers and fallers for 2022.