La constructora española Sacyr anunció la venta del 2.9% de Repsol que todavía poseía, a diez años de una guerra por influir dentro del grupo petrolero del que Sacyr fue principal accionista.
“Sacyr ha vendido todas las acciones de Repsol que quedaban en su poder”, es decir, el 2.9% del capital, indicó en un comunicado la constructora, que entró por primera vez en Repsol en el 2006.
Esta operación le permitió a Sacyr reducir su deuda en 563 millones de euros (US$ 600 millones) y conservar 58 millones de euros (US$ 62 millones) en caja, precisó.
Sacyr es un grupo emblemático del frenesí inmobiliario experimentado por España durante una década antes de la explosión de la burbuja inmobiliaria en el 2008, en el origen de una profunda crisis económica que llevó el desempleo a niveles récord.
Por esta crisis, la constructora acumuló una gran deuda. Tras varios años de pérdidas, la empresa salió del rojo en el 2014.
Con 20% del capital de Repsol, Sacyr era a principios de los años 2010 el primer accionista de la petrolera, objeto de una intensa batalla por su control.
Para actuar concertadamente en el consejo de administración de Repsol, Sacyr firmó en el 2011 un pacto por un periodo inicial de diez años con la petrolera mexicana Pemex. Juntos, Sacyr y Pemex poseían el 29.5% de Repsol.
Pero el pacto saltó por los aires cuando Repsol salió al rescate de Sacyr a finales del 2011, paralizado por su deuda, al comprar por 2,500 millones de euros la mitad del 20% de su capital que el grupo constructor poseía.
El presidente de Sacyr, Luis del Rivero, rival del de Repsol, Antonio Brufau, se convirtió en víctima de la batalla al ser destituido.