“Mejor pequeña empresa: buena alimentación para todos”, este es el premio que recientemente le fue otorgado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el que también está allanando, de alguna manera, el camino hacia la expansión de la empresa peruana de biotecnología Naturally Divine.
El emprendimiento –que desarrolla productos en base a alimentos de la biodiversidad amazónica y que sobresalió entre otras 2,000 propuestas de 135 países del mundo- se prepara para iniciar sus primeras exportaciones antes de fin de año hacia Norteamérica, revela su cofundador, Pim Van Den Hoven.
“El mercado internacional es nuestro futuro porque hay un mayor consumo de estos productos y un ‘boom’ por los ‘superfoods’, más poder adquisitivo y conocimiento; en cambio, la plaza peruana es todavía incipiente y se ha vuelto mucha más competitiva tras la crisis sanitaria”, asegura.
El también investigador en alimentación y profesional de negocios Internacionales, estima que en los próximos meses empezarán a realizar el envío de sus primeros lotes a Canadá de su snack de macambo, que espera sea la punta de lanza de muchos otros productos. “El cliente ya está preparando la campaña de lanzamiento y solo estamos esperando que nos dé luz verde”, comenta.
Mientras que, en Estados Unidos prevén hacer lo propio a más tardar a inicios del 2022. Recuerda que, este año también han enviado muestras de macambo y pequeñas ventas a Francia, Bolivia y Nueva Zelanda.
Asegura que los fondos obtenidos en el concurso de ProInnóvate en el 2019 y 2020 y, especialmente, el financiamiento de Concytec y el Banco Mundial ha permitido su crecimiento, y contar con un experto en comercio exterior para explorar más seriamente la internacionalización de la marca.
Incursión en la categoría de chocolates
Estos recursos también le han permitido innovar y ampliar su oferta hacia la chocolatería artesanal, con la que precisamente prevén conquistar Estados Unidos.
Se trata de la semilla de macambo cubierta de chocolate bitter orgánico con un 70% de cacao, producto que esperan tener en góndolas en octubre próximo. “En estos momentos estamos haciendo las pruebas respectivas y en proceso de sacar el registro sanitario en Digesa”, detalla el ejecutivo.
A la fecha, tienen alrededor de 50 SKU’s en base a 30 insumos o materias primas de diferentes comunidades, aproximadamente. Así, destacan el macambo tostado y deshidratado; sus aceites de jojoba, magnesio, de coco extravirgen, aguaje y los extractos de chuchuhuasi y uña de gato, entre los principales. Estos giran en torno a sus tres unidades de negocio: salud, belleza y gourmet. El aguaje, por ejemplo, se puede usar como crema de noche en el rostro o consumirlo por su alto nivel de fitoestrógeno para regula el desequilibrio hormonal, explica.
Van Den Hoven indica que, lamentablemente, existen ciertos vacíos dentro del marco legal peruano para varios productos de la biodiversidad que limitan su ingreso a mercados del exterior.
Cambios tras la pandemia
Antes la empresa contaba con sus propias instalaciones de producción en Tarapoto, pero la pandemia del COVID-19 los ha llevado a replantear ciertos aspectos y a reorganizarse tomando la decisión de optar por la tercerización y dedicarse a la esencia del negocio que es la investigación, desarrollo de nuevos productos; así como el trabajo de campo con las comunidades, la reforestación y la difusión de la marca.
En línea con ello, ya están en plena negociación a fin de cerrar negociaciones con un maquilador en Lima y con un distribuidor para el desarrollo del canal B2B (tiendas naturistas y de productos orgánicos y supermercados) en todo el país, lo que llevaría a triplicar sus puntos de venta en todo el país, que a la fecha suman 100.
La marca, además de tener una tienda propia en Surquillo (dos tuvieron que cerrar por el COVID-19, en Tarapoto y Arequipa), está presente a través de su tienda virtual y redes sociales; así como en marketplaces.
El ejecutivo afirma que con estos cambios su objetivo es también enfocarse en la reforestación y en los principios de la economía circular. Da cuenta que en el caso del macambo, su principal producto, solo usan la semilla que es el 20% del peso bruto del mismo; mientras que el 80% es desechado. Por ello, ahora están investigando qué hacer con la cáscara y la pulpa para maximizar las fuentes de ingreso y minimizar la merma.
Asimismo, están buscando fondos en Europa para un proyecto de reforestación en la provincia de Lamas (San Martín) de 200 a 250 de árboles en un área de bosque de 8,000 hectáreas que es resguardada por 40 comunidades.
Los inicios de Naturally Divine
La historia de Naturally Divine (Naturalmente Divino) comienza hace siete años cuando el holandés, Pim Van Den Hoven y su socia la administradora y especialista en terapia holística agrícola, Patricia Hurtado Marengo, deciden unir sus fuerzas y conocimiento, aprovechando los productos de la biodiversidad.
“En mis primeros viajes al Perú me quedé impactado y me propuse convertir la pasión por la naturaleza en un modelo de negocio con un triple impacto: ambiental, social y económico totalmente sostenible”, enfatiza.
Es entonces que, con una inversión inicial de US$ 15,000 empezaron por lanzar su primer producto: el aceite de coco, y luego fueron ampliando su oferta investigando y tratando de conectar la sabiduría ancestral a la ciencia moderna, y también emprendiendo un trabajo de enseñanza porque muchos no conocen los beneficios de estos productos, comenta el empresario.
“Estoy maravillado de todo lo que brinda la naturaleza peruana para mejorar la belleza y la nutrición, la gran mayoría de los súper alimentos que hoy están en boga crecen en Perú y la Amazonía es la joya donde está la mayor densidad de la biodiversidad de especies”, confiesa.