En marzo, la reapertura de colegios, más oficinas y actividades relegadas por la pandemia elevó la venta de vehículos livianos en 9.1% y pesados en 4.2% frente a marzo del 2021. Pero la tendencia podría cambiar.
Y es que, ante el incremento de conflictos sociales y toma de carreteras, la incertidumbre desalienta aún más a la inversión privada, señaló el gerente de Estudios Económicos de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), Alberto Morisaki.
Y sería la venta de vehículos pesados (buses y camiones) el primer segmento golpeado, estimó.
Consideró que las recientes exoneraciones tributarias también siembran dudas a la inversión, pues al no ser focalizadas generarán un vacío grande en la recaudación.
Impacto
Marco Kohatsu, country manager de General Motors, coincidió que la situación del país podría afectar inicialmente la venta de unidades pesadas, y que cualquier medida tributaria a los vehículos nuevos tendrá un impacto negativo.
Morisaki también indicó que la interrupción de actividades en provincias podría estar generando cierta distorsión en el registro vehicular. “Si hay manifestaciones y la operación está muy lenta en una zona, Sunarp lleva el expediente a otra región”.
Marzo en positivo
En marzo la venta de vehículos livianos (automóviles, camionetas, SUV y pick up) retomó ritmos de meses previos con 14,345 unidades.
Si bien el precio de los vehículos en marzo subió a la tasa más alta (1.48%) desde 1996, Morisaki dijo que la reactivación de las últimas actividades pendientes está impulsando la venta.
EL DATO
Proyección. De cara a los próximos meses, Alberto Morisaki, de la AAP, reconoció que estimar volúmenes por encima de 14,000 unidades o rozando las 15,000 en vehículos livianos, como a fines del 2021, es difícil por la incertidumbre que vive el país.