La semana pasada el alcalde de Surco, Carlos Bruce, tomó una decisión radical, la que ciertamente ya lo había anunciado un mes antes de asumir el cargo: no dar autorización para el desarrollo de conciertos en el distrito debido a que -según sus palabras- “no existe un local que cumpla con los parámetros mínimos”.
“A la fecha ninguna empresa cumple con lo establecido en materia de ruidos, evacuación de personas en caso de emergencias y congestión de vías para poder hacer conciertos. En estos momentos, ninguna empresa lo cumple, por lo tanto, no vamos a dar autorización para conciertos de esa magnitud en Surco”, precisó a Gestión.
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¿Qué efectos tiene esta decisión?
El inmediato es la suspensión de seis conciertos previstos entre abril y mayo que se iban a desarrollar en Plaza Arena: Eva Ayllón y Daniela Darcourt (11 de febrero); Sin Bandera (14 de febrero); Joaquin Sabina (4 de marzo); Ha Ash (5 de marzo); Alejandro Fernández (8 de marzo) y Festival Retro (28 de junio).
De estos -explicó a Gestión el presidente del sector de Espectáculos Artísticos, Culturales y Afines (Arena) de la CCL, Jorge Fernández- solo se ha cancelado la de Eva Ayllón y Daniela Darcourt. Mientras que el resto están buscando local para que se lleven a cabo en las fechas previstas.
“Cuando el alcalde de Surco anunció durante su campaña la intención de no dar autorización para el desarrollo de concierto en el distrito, desde la CCL le enviamos una carta en diciembre solicitándole una reunión y nos contestó que nos íbamos a reunir cuando asumiera la alcaldía. Tras asumir como autoridad y a pesar de los reiterados pedidos para una reunión, no nos ha recibido”, detalló.
La decisión edil -ciertamente- nace a raíz de las quejas por los conciertos llevados a cabo en las instalaciones de Arena Perú, perteneciente a la empresa Portalia. Lo que generó -especialmente el concierto de Juan Luis Guerra- su clausura en noviembre del año pasado.
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La medida de Bruce impacta -ahora-a los espectáculos que se iban a desarrollar al interior del Jockey Club, específicamente en Plaza Arena (con capacidad para 8,000 persona), La Pelousse (con capacidad para 18 mil personas) y Estacionamiento Sur.
“Arena Perú, que está clausurado, no pertenece al Jockey Club sino a una firma que se llama Portalia. Se debe aclarar que no es la primera vez que el Jockey Club hace espectáculo. Lo hace desde hace 32 años. Se habrán hecho no menos de 300 espectáculos, por lo que no entiendo esta actitud, de golpe y sin habernos llamado (del alcalde). No íbamos a estar en contra de mejoras a favor de los vecinos, por el contrario”, comentó Fernández.
Una posición similar es la de Miguel Ángel Carrillo, vocero de Work Shows Perú (Corporación Kiyan), ya que consideró que no existe argumentó para colocar al local del Jockey Club (Plaza Arena y La Peluce, principalmente) en el mismo ‘saco’ que el de Arena Perú, la que se encuentra clausurada, tomando en cuenta que en más de 30 años de operación no ha tenido quejas ni problemas por ruidos molestos de los vecinos o aglomeración.
“Cuando tiempo ha pasado para que aparezcan los problemas. Eso ha sido hace dos años que funciona el local que ha sido clausurado y que no pertenece al Jockey Club. Eso no puede ser atribuido al Jockey Club como tal. No entendemos cuál es la lógica que se esta empleando para ponerlo en la misma situación que el local cerrado en el 2022″, manifestó.
En esa línea, recordó que en el Jockey Club, los shows no se realizan de forma simultánea.
“Nunca se han realizado shows en simultáneo, como estaba sucediendo en el local clausurado. Se va a cerrar las actividades culturales y entretenimiento con más de 30 años de experiencia, que no han visto los funcionarios de Surco y solo se han centrado en un local de una empresa independiente. A lo que se suma, que todo empresario que viene a desarrollar su concierto en el Jockey Club tiene que cumplir la normativa que se exige internamente”, anotó.
En el caso del Jockey Club (Plaza Arena, La Peluce y Estacionamiento Sur) estaba previsto la realización de 12 conciertos para el 2023.
Impactos directos
Uno de los empresarios directamente afectados es Emmanuel Rodríguez, productor de ShowBizz, a cargo de la realización del concierto “Amor bajo las Estrellas”, previsto inicialmente para el 14 de febrero en Plaza Arena, pero que se hará ahora en el Estadio de San Marcos.
“Mover a un artista no es una cosa fácil ya que hay un montón de detalles técnicos detrás. La decisión del alcalde genera un perjuicio económico enorme no solo para nosotros sino para los proveedores. Fíjese, una producción internacional no se resuelve en semanas, por el contrario, veníamos trabajando en este concierto desde junio 2022 ya que no solo es coordinación de agenda con los artistas sino también coordinaciones técnicas, que nos aprueben escenarios e infraestructura”, explicó.
La imposibilidad de desarrollar el concierto en Surco, que generó su traslado a un nuevo escenario les genera una pérdida económica cercana a los US$ 50,000.
“Hay que armar todo cuando se traslada (un concierto) a un estadio. En Surco, en cambio, estaba armado todo. Se pagaba por un servicio para desarrollar el concierto. En San Marcos -por el contrario- hay que armar todo, además se necesita más capacidad técnica de equipos y luces, a lo que se suma comunicar a los consumidores el cambio de local. Lamentablemente, el alcalde cree que está perjudicando a un empresario y no es cierto. Se están cancelando puestos de trabajo”, argumentó.
Por ejemplo, este concierto en Surco iba generar la contratación de -aproximadamente- 600 personas. En seguridad alrededor de 200, en venta de comida 120 y así, entre otros servicios. A lo que se añade que su productora únicamente realizará el concierto programado por San Valentín y ya no los 5 que estaba previstos para este año.
“El alcalde no es realista y pretende que se desarrolle un espacio como el Arena de México, por ejemplo, pero no está tomando en cuenta que en Lima no existe esa posibilidad. En México hay cientos de shows al mes, en cambio en Lima no existe esa posibilidad porque no es una súper ciudad en la que se pueden hacer shows permanente, y con aforos llenos. No es la realidad de Lima, por lo que no es viable una inversión millonaria ya que la recuperación sería en muchos años”, comentó.