Las protestas sociales y la crisis política ya están afectando las decisiones de compra de vehículos, indicó el Grupo Pana, compañía concesionaria de Toyota.
El CEO del Grupo Pana, Mandy Ichikawa, explicó que en los últimos días se han registrado algunas postergaciones y anulaciones de compra de parte de los clientes. “Hay preocupación no solo por la postergación de compras, sino que en algunos casos están anulando las compras o pedidos, por un tema de miedo”, señaló Ichikawa a Gestión.
El ejecutivo explicó que en una coyuntura de incertidumbre, las personas empiezan a postergar gastos no básicos, como las adquisiciones o renovaciones de autos.
“Las personas están yendo con bastante cautela, dado que son bienes de precios elevados y eso hace que posterguen adquisiciones, esperando a saber cómo se define el panorama”.
El ejecutivo aseguró que también se observa una reducción en el tráfico hacia las tiendas de la compañía, para la atención posventa y en los talleres de reparación. “La gente no está saliendo mucho debido a las protestas”, anotó.
Al encontrarnos en los últimos días del 2022, la actual coyuntura no afectaría tanto las proyecciones de la compañía para el cierre de año, pero sí para el 2023.
Alberto Morisaki, gerente de Estudios Económicos y Estadística de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), aseguró que las protestas que se están dando principalmente en regiones fuera de Lima complican el panorama y los negocios en general y han significado el cierre de negocios y la imposibilidad de las personas de poder ir a las tiendas por miedos a las manifestaciones y los actos de violencia.
Además, las protestas complican el panorama de diciembre, no solo de la industria automotriz sino de la economía en general. “El cierre de vías principales impide el acceso a productos de primera necesidad que lleva a un incremento de precios, que al final resta la capacidad adquisitiva a la población, y eso (a su vez) conlleva menos capacidad de compra para los bienes duraderos como los vehículos. De todas maneras, la coyuntura actual de protestas a nivel nacional con actos de violencia, atacando con la propiedad pública y privada y cerrando vías afecta al sector”, afirmó.
Para este año el Grupo Pana, el segundo mayor concesionario de Toyota en el Perú, espera cerrar el 2022 con un aumento de ventas de 7% respecto al 2021, al colocar 5,400 unidades en sus cuatro tiendas en Lima (ubicadas en Surco, Surquillo, San Miguel y El Callao).
A nivel de ingresos, las ventas del Grupo Pana sumarían S/ 600 millones este año. Se continuaría con el crecimiento del 2021 y la facturación ya estará por encima de los niveles prepandemia (2019), agregó el ejecutivo.
El ticket promedio de las unidades de Toyota es de US$ 23,000, con un rango que empieza desde los US$ 13,000 y varía según el modelo de los vehículos.
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Ichikawa explicó que la proyección de crecimiento de ventas para el próximo año dependerá de cómo evolucione la coyuntura e incertidumbre política.
“La proyección para el próximo año es una incógnita, por todo lo que está pasando en la coyuntura política. Aún no tenemos muy claro cómo va a venir el próximo año, pero esperamos mantener los resultados del 2022″, subrayó.
Expansión en seminuevos
Además de las cuatro tiendas de venta de vehículos Toyota, el Grupo Pana cuenta con otro local en Lima destinado a la venta de vehículos seminuevos, y en este caso, se venden unidades de diversas marcas.
La compañía busca crecer en este segmento, por lo que tiene previsto abrir el próximo año en Lima un segundo local de venta de seminuevos.
“Queremos expandirnos en la línea de seminuevos. Es un segmento que está creciendo de forma importante. Actualmente representa el 20% de nuestras ventas y queremos que se incremente y llegue al 30% a 40%”, apuntó Ichikawa.
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