Citigroup irá a juicio a partir de este miércoles con la esperanza de convencer a un juez de Manhattan para que corrija un error de US$ 893 millones en el que usó su propio dinero para pagarle a los acreedores de Revlon.
El inusual caso podría aportar luces sobre las relaciones de los prestamistas de Wall Street con los clientes y orientación sobre los pasos que los bancos deben tomar para salvaguardar cómo se mueve el dinero.
El caso se origina en un incidente del 11 de agosto en el que Citigroup transfirió por error US$ 893 millones a los acreedores de Revlon, aparentemente para liquidar un préstamo que no vencía sino hasta el 2023, en lugar de un pago de intereses planificado de US$ 7.8 millones.
El banco había estado actuando como agente de préstamos del fabricante de cosméticos, que no tenía suficiente efectivo para pagar por adelantado el préstamo.
Si bien unos 200 acreedores de Revlon han reembolsado a Citigroup, el banco está demandando a fondos de cobertura y administradores de activos como Brigade Capital Management, HPS Investment Partners y Symphony Asset Management para recuperar US$ 501 millones que, según dijo, quedan pendientes.
El juez federal de distrito Jesse Furman presidirá el juicio sin jurado, que se llevará a cabo por videoconferencia y puede durar cuatro días.
Citigroup ha dicho que los acusados no actuaron de buena fe para mantener un sobrepago que sabían que Revlon no podía cubrir y que ni siquiera le informaron a los clientes. La transferencia de fondos fue calificada por un miembro del personal de HPS como producto de un empleado bancario con “dedos gordos”.
Se espera que testifiquen el director de préstamos del banco en Norteamérica y el director global de servicios de gestión de préstamos y riesgos.
Los acreedores de Revlon han respondido que no tenían ninguna razón para pensar que un banco internacional sofisticado les pagaría por error, y que simplemente se les pagó una deuda que tenía Revlon.
También pueden argumentar que pensaron que el multimillonario accionista controlador de Revlon, Ronald Perelman, intervino para rescatar a la compañía, como lo había hecho antes.
Furman dijo el lunes que el “corazón del juicio” se refiere a si hubo una “descarga por valor” que da derecho a los prestamistas a quedarse con el dinero de Citigroup.