Tras la clausura temporal de Larcomar dispuesta por la Municipalidad de Miraflores, la administración del centro comercial —operado por Parque Arauco, propietario del recinto— reiteró que no existen riesgos estructurales y afirmó que el establecimiento cumple con todas las normas vigentes. En esa línea, la empresa calificó como falsas las declaraciones emitidas el último fin de semana por Eduardo Azabache, gerente de Desarrollo Económico y Fiscalización de la comuna miraflorina. ¿Cuáles son los argumentos que respaldan esta afirmación categórica?
En relación con la terraza del restaurante Mango’s, la empresa explicó que un estudio elaborado por la ingeniera Martinelli recomendó restringir el uso de una zona específica de la terraza si no se realizaba un refuerzo estructural. Según indicaron, dicho espacio ha permanecido cerrado al público y debidamente delimitado desde hace más de siete años, en estricto cumplimiento de esa recomendación.
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La administración agregó que el resto de la terraza ha sido inspeccionado y validado por especialistas estructurales y distintas gestiones municipales, las cuales otorgaron los respectivos certificados ITSE. Aclaró, además, que el cierre del restaurante no responde a motivos de seguridad, sino a una discrepancia entre el área consignada en la licencia de funcionamiento y la registrada oficialmente, un aspecto que —sostienen— no debería ser determinante para la emisión de permisos municipales.
Por otro lado, la administración del centro comercial aseguró que, tras el sismo del domingo, la infraestructura fue evaluada por el ingeniero Zavala, quien revisó los estudios estructurales existentes y concluyó que el inmueble no sufrió daños y es capaz de resistir sismos de igual o mayor magnitud.
Este análisis, subrayaron, fue respaldado por cartas técnicas emitidas por los ingenieros Zegarra y Casabonne, las cuales fueron enviadas a la Municipalidad de Miraflores antes de que se ordenara la clausura del recinto.
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¿Qué dijeron sobre los estacionamientos?
En relación con el servicio de estacionamiento operado por Apparka, Larcomar señaló que venía manteniendo conversaciones con la Municipalidad de Miraflores —incluido el propio gerente de Desarrollo Económico y Fiscalización— para definir si era necesaria una licencia específica para su operación. Al respecto, recordó que gestiones anteriores municipales el cobro por el uso de estacionamientos se realizaba bajo el ITSE de áreas comunes, respaldado en el contrato de Derecho de Superficie del centro comercial.
La administración indicó que, pese a estar a la espera de una respuesta oficial, lo único que recibió fue la clausura del estacionamiento, seguida del cierre temporal del centro comercial.
“Nos sorprende el accionar del señor Azabache, quien la semana anterior al cierre se comprometió a revisar el tema y a comunicarnos si Apparka debía contar con una licencia de funcionamiento. Sin embargo, no recibimos respuesta alguna, y en su lugar se procedió con la clausura”, puntualizó Larcomar.
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Presuntas edificaciones irregulares
Respecto a los equipos de enfriamiento instalados cerca del parque Domodossola, la empresa precisó que llevan más de 10 años operando en ese lugar y que, al ser equipos móviles, no requieren licencia de edificación. Así, aclaró que la base de concreto sobre la que se encuentran forma parte de la construcción original de Larcomar.
También señalaron que en 2021 se instalaron plataformas metálicas desmontables para labores de mantenimiento, que ya fueron retiradas a pedido de la Municipalidad de Miraflores. Sin embargo, durante una visita realizada el 2 de junio, los inspectores no sabían que el desmontaje ya había concluido, lo que generó discrepancias entre la realidad física del lugar y los planos del ITSE. Esa diferencia fue utilizada como argumento para revocar el ITSE de áreas comunes.
Larcomar añadió que ese mismo día, la fiscal de Prevención del Delito, María Ysabel Rabines Briceño, inspeccionó el lugar y no observó riesgos en la infraestructura.
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Zonas de seguridad y actas municipales
Respecto a las rutas de evacuación cercanas a la discoteca, Larcomar afirmó que se encuentran en buen estado, debidamente señalizadas y que las fisuras observadas son superficiales. Según señaló, esta condición fue verificada tanto por personal municipal como por un notario público, sin que exista hasta la fecha un informe técnico que advierta sobre riesgos estructurales.
La administración también cuestionó que el señor Eduardo Azabache declare haber “constatado personalmente” situaciones de riesgo, pese a no haber participado en ninguna diligencia formal de inspección de seguridad en las instalaciones.
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Adicionalmente, Larcomar denunció que las recientes visitas de la Municipalidad de Miraflores no se realizaron conforme a los procedimientos establecidos, ni se levantaron actas oficiales que sustenten la existencia de riesgos estructurales. Advirtió, asimismo, que los funcionarios municipales han impedido el ingreso de proveedores de mantenimiento y del personal de los locatarios para el retiro de mercadería, lo que ha afectado las operaciones esenciales del centro comercial.
