Great Wall Motors (GWM), el mayor fabricante privado de automóviles de China, anunció este jueves que invertirá unos 10,000 millones de reales (US$ 1,850 millones) en Brasil para la producción de vehículos híbridos y eléctricos.
La marca china se presentó oficialmente en el mercado brasileño en un acto que tuvo lugar en su fábrica de Iracemápolis, en el interior del estado de Sao Paulo (sureste), y que compró en agosto pasado de la alemana Mercedes-Benz.
Entre sus planes está invertir esos casi US$ 2,000 millones en diferentes ciclos previstos para los próximos años, generar 2,000 empleos directos en la región hasta el 2025 y alcanzar una productividad máxima de cerca de 100,000 vehículos al año, cuando se normalice la situación del sector.
El objetivo de GWM es convertir la planta de Iracemápolis en un centro de exportación para el resto de Latinoamérica y aumentar la oferta en Brasil, con la expectativa de alcanzar una facturación anual de 30,000 millones de reales (unos US$ 5,550 millones) en el 2025.
“Nuestra fábrica será la única al sur de Estados Unidos que va a producir únicamente productos híbridos y eléctricos”, dijo el director de relaciones externas y gubernamentales de Great Wall, Pedro Betancourt, en declaraciones recogidas por el portal R7.
La montadora china tiene previsto lanzar su primer automóvil producido en Brasil en el segundo semestre del 2023.
Su llegada a Brasil se enmarca dentro de un vasto plan de internacionalización que en los dos últimos años le ha llevado a fabricar vehículos en Rusia y Tailandia, y también pretende hacerlo en la India.
Great Wall Motors, fundada en 1984 y con una veintena de fábricas en el mundo, es un importante productor de camionetas y suvs de las marcas Great Wall, Haval, WEY y ORA, de los que produjo 1.1 millones de unidades en el 2020.
En Sudamérica la empresa tiene una pequeña montadora en Ecuador y vende sus modelos en Uruguay, Perú, Bolivia, Paraguay, Argentina, Colombia y Chile.