El chef Virgilio Martínez afina los últimos detalles para comenzar la aventura empresarial y culinaria que lo llevará desde la próxima semana hasta Tokio. MAZ es el nombre del nuevo restaurante que inaugurará el 1 de julio en la capital asiática, en sociedad con el grupo de inversionistas Granada, el cual, refiere Martínez, tiene alrededor de 20 comedores en Japón y Corea.
“Necesitamos una fuerza económica que nos contenga si es que sucede algo como la pandemia. Por eso, trabajar con un grupo local es importante para nosotros”, comenta el creador de Central, elegido el cuarto mejor restaurante del mundo y el primero de Latinoamérica por la lista The World’s 50 Best.
Propuesta
Martínez comenta que MAZ es un restaurante que propone una experiencia similar a la de Central utilizan-do insumos japoneses y llevando producción artesanal y orgánica peruana de cacao, café y destilados de yuca, oca, entre otros.
“Estamos trabajando con artesanos y productores aliados de Perú, con lo cual debemos tener un impacto en cuanto a la presencia de los productos peruanos que son muy de lujo”, señala.
“Vamos a abrir un restaurante de alta cocina”, agrega Martínez, quien se quedará cerca de dos semanas en Tokio para garantizar que todo esté funcionando de manera óptima.
El ticket promedio por un menú degustación de 13 o 14 platos con maridaje incluido será de unos US$ 390 señala el chef. Y agrega que se recibirán a 20 comensales al día y que ya tienen cubiertos los primeros meses de reservas.
El futuro de la cocina
Virgilio Martínez indica además que está en conversaciones con un grupo de inversionistas para iniciar otro proyecto en Singapur. Y es que Asia, dice, está viviendo un reencuentro con la alta cocina.
En ese sentido, la comida latinoamericana “pasa por un buen momento, pero todavía tenemos que consagrarnos. Singapur y Tokio son dos capitales gastronómicas muy grandes para estar”, comenta tras añadir que el futuro de la cocina está allá.
Reencuentro con público local y turistas extranjeros
Virgilio Martínez señala que aún no se llega a los niveles prepandemia en Central. “Estamos a un 40% o 50% de lo que puedo percibir”, calcula.
Sin embargo, indica que durante este tiempo ha podido acercarse nuevamente al público limeño y reencontrarse con clientes que tenían hace 10 años.
En cuanto a público extranjero, afirma que se ven pocos estadounidenses, pero más europeos, asiáticos y australianos.
Sobre los precios dice que no se han hecho cambios. “Creemos que el mundo ha cambiado, sí, pero a la vez el mundo de la gastronomía se ha sensibilizado en buscar cosas mejores y la gente es más exigente cuando sale a comer. Las personas están gastando más y eso también ayuda a nuestra industria”, anota.