El ceviche es un plato que es popular no solo por su sabor, también porque cumple un rol social al unir a familias y amigos. No obstante, debido a la crisis generada por el coronavirus COVID-19 esta tradición ya no se puede cumplir y la opción de delivery no está despegando.
Javier Vargas, presidente de la Asociación de Restauradores Marinos y Afines del Perú (Armap), manifestó a gestion.pe que, si bien existe una ligera tendencia al consumo de ceviche y platos marinos por delivery, esta cantidad no es suficiente para abastecer la cadena de pagos del sector.
“El peruano no consumía ceviche por delivery y ahora lo está haciendo con más frecuencia. Sin embargo, los pedidos que realizan no son suficientes para mantener en pie una cadena de pagos. Este es un plato social que reúne a las personas. Es difícil cambiar esa tradición”, explicó.
Añadió que, a comparación del año pasado, este sector ha tenido una caída del 30% en las ventas y lo más preocupante hasta el momento es no poder cubrir la cadena de pagos generando una mayor pérdida de empleos.
“El público está más receloso para acudir a los restaurantes a pesar que atendemos al 40% del aforo”, expuso. Agregó que la implementación de protocolos y artículos de bioseguridad ha aumentado sus costos, pero que ello no se refleja en los precios de sus productos, situación que también les viene afectando.
Restaurantes migran a otro rubro de negocio
Esta situación difícil ha generado que algunos restaurantes tengan que reinventarse y dar un giro al rubro de su negocio. El presidente del Armap detalló que un 4% de establecimientos decidió vender pollo a la brasa, otros se reinventaron y ahora ofrecen productos de primera necesidad. “En el peor de los casos los restaurantes han cerrado”, resaltó.
Señaló que otro factor que dificulta el repunte de las ventas del sector es la existencia de restaurantes que no cumplen con los protocolos de bioseguridad y ello genera inseguridad y recelo en el consumidor, que no se acerca mucho a los restaurantes.
Por ello, dijo que una posible solución sería que los gobiernos locales fiscalicen establecimientos para detectar a los informales. “Si estas empresas se formalizaran la situación estaría más controlada. Nosotros hemos solicitado préstamos bancarios para cumplir y adecuarnos a los protocolos”, apuntó.
Añadió que volver a la cuarentena focalizada no sería solución. “Hemos esperado más de cuatro meses para volver a abrir los negocios, también hemos cumplido los protocolos; sin embargo, aún no hay mejoras para nuestro sector. Muchos empleos están en juego y existe bastante preocupación”, enfatizó.
Reactiva para las mypes
Por último, Vargas exhortó que la prioridad en los planes reactivadores se destine a las mypes. “Necesitamos que Reactiva Perú sea dirigido a la pequeña y micro empresa. Los emprendedores somos la gran mayoría. Somos los que más necesitamos oxígeno para superar el mal momento” finalizó.