Agrícola Cerro Prieto continúa apostando por este producto, con 460 hectáreas de la variedad UC115 en plena producción y con proyecciones de alcanzar este año los 6 millones de kilos. (Foto: archivo)
Agrícola Cerro Prieto continúa apostando por este producto, con 460 hectáreas de la variedad UC115 en plena producción y con proyecciones de alcanzar este año los 6 millones de kilos. (Foto: archivo)

En un contexto en el que las empresas agroindustriales han optado por priorizar los cultivos frutales, en lugar del , se mantiene firme en su compromiso con este producto. Desde su incursión en 2013, la compañía ha incrementado su área de cultivo y diversificado sus variedades, logrando enfocarse en su eficiencia en costos y manejo técnico. Actualmente, cuenta con 460 hectáreas de la variedad UC-115 en plena producción, con una proyección de 6 millones de kilos este año.

El jefe de espárrago de , Harry Bernaola, atribuye este resultado a dos factores clave: calibres grandes y una alta eficiencia en la gestión de la mano de obra, aspectos que han permitido mantener márgenes operativos del 30%.

“Hemos logrado lo que muchos consideran el equilibrio perfecto: calidad de producto y eficiencia en la operación. Esto nos permite no solo mantenernos en el negocio del , sino seguir creciendo y diversificándonos,” concluye Bernaola.

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El plan de renovar las esparragueras

Harry Bernaola dice que el plan es seguir con las de UC-115 plantadas en 2017 y en 2018 hasta que lleguen a los 12 años, que es la edad en la que declina su rendimiento y productividad, y, a continuación, renovarlas. Sin embargo, conscientes de los avances en genética que se están desarrollando en otras partes del mundo, la idea es hacer, más adelante, un Test Block para probar nuevas variedades, que puedan aportar calibres más gruesos, una mayor calidad o que puedan adaptarse mejor a la variabilidad climática.

La decisión de continuar apostando por el espárrago responde a una combinación de factores estratégicos. ha logrado optimizar su modelo productivo, alcanzando rendimientos de hasta 21 toneladas por hectárea, cifras que superan los promedios nacionales. Además, la disponibilidad de tierras en los valles de Jequetepeque y Zaña, donde se encuentran sus cultivos, le da una ventaja competitiva frente a otras regiones del país donde la expansión agrícola enfrenta mayores restricciones.

Proyecciones sólidas para 2024

Este año, prevé alcanzar una producción anual de 6 millones de kilos, gracias a una recuperación en los calibres y un manejo técnico eficiente. Durante la primera campaña, de junio a septiembre, la empresa registró un rendimiento de 6 toneladas por hectárea y proyecta un promedio de 13 toneladas por hectárea en la campaña de noviembre a enero.

“La clave de nuestro éxito ha sido mantener una gestión eficiente del cultivo, respaldada por un equipo capacitado y experiencia acumulada. Esto nos permite no solo competir, sino liderar en un sector desafiante,” afirma Bernaola.

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