
Perú gana protagonismo en el abastecimiento de cebollas dulces en el mercado estadounidense. Y es que Bland Farms, uno de los principales distribuidores de cebollas Vidalia en EE.UU., inició sus importaciones desde Perú a inicios de septiembre, tras una cosecha extendida en Georgia que finalizó oficialmente a fines del mismo mes.
“Esto nos permitió acumular suficiente inventario para realizar una transición sin problemas de las cebollas Vidalia a las cebollas dulces peruanas”, comentó a Fresh Plaza, Troy Bland, director ejecutivo de Bland Farms.
Si bien la temporada de cebollas Vidalia suele concluir tras el Día del Trabajo en EE.UU., este año se prolongó algunas semanas más. Con ello, el ingreso de producto peruano (una variedad de cebolla dulce cultivada bajo condiciones controladas de riego) permite mantener el flujo de abastecimiento hacia los principales minoristas del país.

Bland Farms afianza producción en Perú y acelera envíos de cebolla orgánica
Bland Farms cultiva cebolla dulce en Perú desde hace 28 años. Actualmente opera en más de 1,000 acres (404.7 hectáreas), entre tierras propias y arrendadas. Además, cultiva y gestiona sus propios cultivos allí.
El cronograma comercial contempla envíos desde Perú hasta febrero, seguido por productos mexicanos hasta el reinicio de la temporada Vidalia en abril (en Georgia). Todas las cebollas distribuidas, independientemente de su origen, utilizan variedades de semillas Vidalia aprobadas, lo que facilita una transición de producto sin variaciones perceptibles para el consumidor final.
Como parte de ello, la empresa también está experimentando un crecimiento continuo en sus cebollas dulces orgánicas. “Empezamos con un envío semanal y ahora recibimos un promedio de cuatro envíos semanales desde Perú. Hemos continuado expandiendo nuestra superficie de cultivo orgánico para satisfacer la creciente demanda de minoristas y consumidores”, dijo el ejecutivo.
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Cebolla dulce: precios al alza y presión logística marcan campaña peruana
Aunque la demanda de cebolla dulce se mantiene sólida, la empresa advirtió que uno de los retos de esta campaña será la disponibilidad de contenedores. La menor actividad importadora en Perú está generando incertidumbre en el suministro de contenedores para exportaciones.
“Puede ser impredecible, pero hasta ahora no hemos tenido ningún problema. Estamos trabajando con nuestros socios logísticos para que la transición sea fluida”, afirmó el ejecutivo, y agregó que un suministro de contenedores menos predecible también implica mayores costos logísticos.
Además, reconoció que el precio de las cebollas peruanas es ligeramente más alto este año, en parte por factores comerciales y arancelarios que la empresa sigue monitoreando.
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