La guerra entre Ucrania y Rusia genera algunas consecuencias globales, y esto, sumado a la desaceleración en China, ha llevado a que el año no haya sido bueno para los precios de los metales, principalmente para el cobre, que ha caído casi 20% en esta primera mitad. En este caso, su producción se ha visto golpeada en particular por un menor desempeño en Chile, por grados del metal muy bajos, escasez de agua y problemas técnicos.
De acuerdo con lo que explica Ricardo Carrión, gerente de Finanzas Corporativas de Kallpa SAB, durante la primera mitad de este 2022 se habló mucho de una potencial recesión de las economías. Sin crecimiento no hay demanda y sin demanda los precios se ven afectados. “El mundo se ralentiza, y con él la demanda global. Es una situación que impacta en los precios de los metales y debemos seguir muy de cerca los acontecimientos para poder tomar medidas”, menciona.
En ello coincide César Romero, jefe de Investigación de Renta4 SAB, y añade que los resultados de las empresas mineras se redujeron en el segundo trimestre precisamente por la caída en los precios de los commodities; sin embargo, la mayoría se ha mantenido creciendo interanualmente.
“Menores precios de los commodities estarían reduciendo, en mayor medida, los márgenes de las minas, lo que reducirá su producción. Esto va a generar una baja en la recaudación por impuestos en el sector, así como de regalías y canon, impactando en las comunidades colindantes a los proyectos y generando una mayor desestabilización social en el corto plazo”, adelanta.
Para Darío Valdizán, director de Buy Side Research de Credicorp Capital Asset Management, en lo que resta del 2022 la dinámica de los sectores industrial y de construcción será lo más relevante para el comportamiento de los precios de los metales. El especialista asegura que, si las expectativas sobre el crecimiento se siguen mostrando desfavorables, es improbable ver una fuerte recuperación en los precios para el 2022.
Mercado chino de vivienda es factor clave
Si bien es difícil elaborar una predicción de corto plazo, es probable que los precios se mantengan en los niveles actuales, al menos en lo que queda de este año. Según Carrión, de Kallpa SAB, no se debe esperar una subida a niveles como los del 2021, “a menos que ocurra una reversión económica del mundo y se logre controlar la inflación. “Aun así, el proceso hacia un crecimiento económico global deberá ser lento. Tal vez en el 2024 podamos ver mejores precios que los de hoy”, asegura.
Mientras tanto, Valdizán afirma que, hacia el 2023, la menor demanda de vivienda en China podría convertirse en un problema estructural, afectando principalmente al precio del mineral de hierro. Asimismo, la probabilidad de una recesión en regiones de importancia comercial para China, como Europa y Estados Unidos, junto con una dinámica de crecimiento sin repuntes importantes, afectará en general la expectativa de las materias primas.
Finalmente, en cuanto al cobre, el precio debería mantenerse entre los US$ 3,5/lb y los US$ 3,8/lb, frente a una recesión técnica y un soft landing de la FED, menores disrupciones en la producción de Chile y una mayor demanda por el lado de inversiones en semiconductores. Solo toca esperar.LE
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Alta volatilidad
Por Hugo Perea, Economista Jefe de BBVA Research para Perú
A lo largo del 2022, las cotizaciones de los metales han mostrado una alta volatilidad. Esta evolución ha reflejado la incertidumbre generada por el conflicto en Ucrania, la mayor inflación, el incremento de las tasas de interés y las perspectivas de fuerte desaceleración del crecimiento global.
Las cotizaciones de los metales considerados activos de refugio, como el oro, han caído con respecto al cierre del año anterior. En cierta medida esto puede sorprender porque, cuando hay incertidumbre e inflación, el precio de estos metales tiende a subir. No obstante, en esta ocasión la subida de tasas de interés a escala global ha limitado un mejor desempeño de las cotizaciones de estos metales (por el mayor costo de oportunidad).
Los metales industriales han mostrado una mayor variabilidad. Con la invasión rusa a Ucrania, sus cotizaciones subieron significativamente. Luego, en un entorno de perspectivas de menor demanda mundial, los precios de estos metales corrigieron fuertemente a la baja (liquidación de posiciones especulativas). Desde inicios del tercer trimestre, estos precios se recuperaron al alinearse hacia niveles consistentes con sus fundamentales de mediano plazo por el lado de la oferta y la demanda. Las mayores preocupaciones por el cambio climático están llevando a un esfuerzo global de inversión en infraestructura “verde” y de reconversión vehicular que dará soporte a la demanda por metales industriales (cobre, zinc, níquel).
En síntesis, a lo largo del año se ha registrado una alta variabilidad en los precios de los metales, en un entorno de elevada incertidumbre. Hacia adelante, los precios de metales industriales tienen perspectivas auspiciosas.