Uno de los sectores más afectados por las protestas es el turismo, ¿cómo se vive esta situación en Cusco?
Cada día que pasa la situación se va agravando. Ya se ha cancelado casi el 100% de las reservas de turismo en Cusco, que se hacen con tres a seis meses de anticipación; no solo por las protestas sino porque ya no hay la posibilidad de visitar Machu Picchu [esta medida fue dispuesta de forma indefinida el pasado 21 de enero por la Dirección Desconcentrada de Cultura Cusco del Ministerio de Cultura].
¿La caída del turismo receptivo ha podido ser compensada por el turismo nacional?
En el caso del turismo nacional, que normalmente se programa con pocos días de anticipación, también hay una baja de un 80% en la demanda respecto a una época normal, por lo que no puede compensar. Y no podemos pedir que vengan a visitar Cusco si no se puede ingresar a Machu Picchu.
¿Cómo está afectando ello a las empresas y trabajadores relacionados al turismo?
Esta situación hace imposible a las empresas poder sostenerse, pues no tienen ingresos. Se están perdiendo empleos, al no renovar contratos o mandar a los trabajadores a licencia sin goce de haber. Además, muchas empresas están cerrando.
¿Qué tipo de empresas son las afectadas?
Todas las relacionadas al sector turismo en general, como agencias de viaje, hoteles y restaurantes. En las protestas algunos dicen que el turismo beneficia principalmente a trasnacionales, pero solo el 5% de todos los negocios vinculados al turismo pertenece a trasnacionales. El 95% de negocios son nacionales, de pequeñas y medianas empresas, sin las espaldas financieras de una transnacional para cubrir esta crisis que estamos viviendo.
¿Hay un estimado de cuántos trabajadores son los afectados?
Se estima que entre 20,000 a 30,000 personas han dejado de laborar debido a las protestas. En Cusco, de cada diez familias, por lo menos cuatro están vinculadas directa o indirectamente al turismo, por lo que ahora hay bastante desempleo en la ciudad. Y hay un 30% de empresas relacionadas al sector turismo que han paralizado operaciones.
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¿Qué proponen frente a este panorama?
Lo primero es pedir a la Dirección Desconcentrada de Cultura que modifique cuanto antes la medida del cierre del ingreso a Machu Picchu, pues lo único que hace es agravar la situación del sector. La medida se tomó ante amenazas de más tomas de quienes protestan, pero las autoridades deben restablecer el orden en Cusco.
¿Qué hacer frente a las protestas?
Pedimos al Gobierno trabajar en establecer un diálogo con las personas que protestan, para hacerles entender la magnitud del impacto que afecta a la mayoría de las personas. Es inaudito que se quemen comisarías, entidades financieras. No podemos permitir eso.