A los agroexportadores de uva de mesa en nuestro país, en este último año, les ‘llovió sobre mojado’. Hoy, a menos de un mes de culminar su periodo de exportación 2022-2023, anticipan que si bien crecerán, es muy probable que no alcancen el ritmo que sostenían en la campaña previa, cuando se logró un avance de 13% en los envíos de este fruto.
Así lo señaló el gerente general de la Asociación de Productores de Uva de Mesa del Perú (Provid), Alejandro Cabrera, quien manifestó que, hasta el 12 de marzo último, se registró la salida de 68.9 millones de cajas (8.2 kilos c/u), cifra que se acerca más a la primera proyección que tuvo la institución, la cual consideró una exportación total para la actual campaña de 71.5 millones. En el segundo recalculo, la estimación aumentó a 73 millones de cajas, lo que significaba un incremento de 13% con respecto a la campaña previa.
“El estimado que tenemos ahora es de alrededor de 70 millones o 70.5 millones de cajas con un incremento proyectado de cerca de 8.5% en volumen. Es una referencia a partir de cómo vamos. Estamos en la última temporada de cosecha en el norte y de variedades que también están saliendo en el sur”, expresó el ejecutivo, a la vez que indicó que la campaña culminaría aproximadamente la quincena de abril.
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Pero, ¿qué situaciones generaron esta reducción en los envíos de uva? Cabrera mencionó, entre las causas, el paro de transportistas de cuatro días de noviembre que afectó fuertemente a Piura —región importante en la producción de la vid—, las manifestaciones y cierres de vías de diciembre y enero último con fuerte impacto en Ica (también productora de uva). También la reciente presencia del Ciclón Yaku que, aunque en menor medida, perjudicó cultivos de uva cuyo efecto será más visible en la producción de la próxima campaña.
“Del 19 al 31 de enero tuvimos vías cerradas en Ica que imposibilitaron sacar la fruta de las áreas de cultivo y trasladar los contenedores al puerto. A esto se sumó que la gente no podía llegar a trabajar a los campos. Agreguemos que al inicio de la temporada, en el norte, la temporada de frío retrasó un poco los volúmenes. Fueron varios eventos que escaparon a nosotros y que afectaron la cosecha de exportación de uva de mesa”, añadió.
En ese sentido, el portavoz de Provid sostuvo que, pese a que se quiso dimensionar el nivel de daño, no se logró, por lo que las cifras reales se conocerán en cuanto termine esta campaña.
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Envíos a Asia afectados
Mientras tanto, destinos como los países asiáticos fueron los perjudicados dado que, ante variaciones en las condiciones del fruto a consecuencia de estos eventos, los despachos que inicialmente iban a ser dirigidos a estos países fueron priorizados a mercados más cercanos.
“La travesía de la fruta a Asia es larga, de entre 30 o 31 días. En esos 12 días de cierre en Ica tuvimos problemas para la cosecha, ingreso a la planta de empaque o retiro de contenedores a los puertos y pudo existir afectación al término de la maduración. Entonces, muchos productores optaron por países más próximos de América Latina, Centroamérica o Norteamérica”, detalló.
A su vez, este menor despacho ya viene evidenciándose en cifras que muestran que, al 12 de marzo, los envíos a mercados como China o Corea cayeron en 30% y 40%, respectivamente. Esto impactó, además, en los precios, pues son los países del Asia justamente los que ofrecen mejores retornos a los agroexportadores peruanos.
“En Asia las frutas son vistas incluso como un bien de lujo que, por ejemplo, en fechas como el Año Nuevo Chino, se obsequia a modo de ofrenda”, resaltó Cabrera.
En el avance de la última campaña, el mercado asiático representa el 15% de los envíos peruanos, siendo China, Corea, Taiwán, Indonesia, Vietnam, Tailandia, entre otros, algunos de los principales.
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Inicio de envíos a Japón
Desde el 22 de marzo último, el mercado japonés se abrió para los agroexportadores peruanos de uva de mesa. Sin embargo, es muy probable que recién en la próxima campaña 2023-2024 —que inicia entre agosto o setiembre— se activen los envíos a estos destinos.
De este modo, el gerente general de Provid explicó que normalmente la temporada de exportaciones a destinos asiáticos —como Japón— inicia en octubre o noviembre, aunque el grueso real de los envíos se experimenta entre diciembre y enero.
“Y es precisamente en esta etapa donde las cosechas del sur, principalmente, de Ica empiezan a tener preponderancia, por lo que es esta zona, especialmente, la proveedora”, agregó.
De acuerdo a información previa sobre el destino japonés, el potencial estimado de envíos peruanos que tendría este mercado es de más de 1 millón y medio de cajas al año. “El ingreso a Japón permitirá una mayor diversificación de los envíos peruanos, desconcentrando mercados como Estados Unidos, Países Bajos y China que son más intensivos en exportaciones; además, que nos permite acceder a mejores retornos y precios”, añadió.
Las variedades de uvas de mesa autorizadas para despachos a Japón son 26, dentro de las cuales figuran las 10 más exportables de nuestro país como Sweet Globe, Red Globe, Autumn Crisp, Allison, Sweet Celebration, Crimson, Ivory, Superior Seedless, entre otras.
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