El director ejecutivo de Boeing Co., Kelly Ortberg, ofreció una visión sin tapujos de la empresa, que se encuentra en una situación difícil, enfrentada a desafíos que van desde una enorme deuda hasta graves fallas de desempeño que necesitarán tiempo para solucionarse antes de poder pensar en desarrollar un nuevo avión.
En su primera presentación pública, Ortberg expuso una evaluación contundente de lo que debe cambiar, y dijo que Boeing tiene “algunos obstáculos muy grandes que debemos superar para que la empresa pueda avanzar”. Entre las tareas más inmediatas, sostuvo, está poner fin a una huelga que ha paralizado a Boeing durante semanas. Los trabajadores votarán hoy si ratifican una nueva oferta laboral.
“Llevará tiempo devolver a Boeing a su antiguo legado, pero con el enfoque y la cultura adecuados, podemos volver a ser una empresa emblemática y líder aeroespacial”, señaló Ortberg a los empleados en un mensaje enviado a primera hora del miércoles.
Ortberg presentó un plan de cuatro puntos que incluye la reconstrucción de una cultura en la que la dirección esté cerca de lo que ocurre en las plantas de producción para evitar que “los problemas se agraven”. Asimismo, reintrodujo las revisiones detalladas de la empresa destinadas a detectar fallas operativas antes de que se transformen en crisis. Y mientras la compañía trabaja para estabilizar el negocio, el directivo insiste en que Boeing no puede perder el foco en la construcción de un nuevo avión.
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“Boeing es una empresa aeronáutica y, en el momento adecuado, en el futuro, tendremos que desarrollar un nuevo avión”, afirmó Ortberg en declaraciones preparadas para los inversionistas. “Pero tenemos mucho trabajo por hacer antes de que eso ocurra”.
Fuga de efectivo
Los resultados del tercer trimestre de Boeing, publicados este miércoles, subrayaron la tarea que tiene por delante. Boeing ya había dado a conocer algunas cifras previamente este mes, incluidos US$ 5,000 millones en cargos e ingresos de US$ 17,800 millones que no cumplieron las estimaciones de los analistas. La empresa registró un flujo de caja libre negativo de US$ 2,000 millones en el trimestre, que se sumaron a la pérdida de US$ 8,200 millones en los dos períodos anteriores. La pérdida neta total se situó en unos US$ 6,170 millones.
Los dos mayores negocios de Boeing registraron pérdidas crecientes en el trimestre, que finalizó dos semanas después de que los trabajadores de fábricas en huelga abandonaran sus puestos de trabajo en el noroeste del Pacífico.
La división de aviones comerciales registró una pérdida operativa de alrededor de US$ 4,000 millones, frente a los US$ 547 millones que perdió un año antes, cuando Boeing anunció un nuevo retraso del primer avión de pasajeros 777X y anunció planes de poner fin a la producción de su carguero 767.
El negocio de defensa y espacio de Boeing perdió US$ 2,380 millones en el trimestre tras registrar sobrecostos adicionales en contratos a precio fijo de su avión cisternas KC-46, la nave espacial Starliner y otros programas. Ortberg destituyó al jefe de la división, Ted Colbert, al principio de su mandato como director ejecutivo.
El fabricante de aviones se ha visto afectado por una serie de crisis desde que un panel se desprendió de un avión 737 Max 9 durante un vuelo a principios de enero. El accidente puso el foco en la descuidada manufactura y la deficiente supervisión de Boeing, mientras los reguladores limitaron la producción para ayudar a estabilizar los procesos y la junta directiva nombró nuevos altos directivos, incluida la contratación de Ortberg en agosto como director ejecutivo.
Ortberg trató de trazar una hoja de ruta para la recuperación de Boeing, impregnada de optimismo por el deseo de los clientes y los empleados de que la empresa salga adelante. Además, Boeing tiene aviones en cartera por más de US$ 500,000 millones, lo que debería contribuir a la recuperación, afirmó.
Gran parte de su memorándum de cuatro páginas estaba dedicado a cambiar la cultura de Boeing, y Ortberg apeló al orgullo por los logros pasados, a un sentido de destino común y a un impulso por la colaboración. Se trata de un cambio de tono y de estrategia respecto del enfoque centrado en la rentabilidad para los accionistas y en la disciplina en torno a los costos que defendieron otros líderes de Boeing durante los últimos 20 años.
Todos menos uno de los predecesores recientes de Ortberg eran veteranos de General Electric Co. bajo la dirección de Jack Welch, reacios a esbozar grandes visiones para la compañía o a reconocer el pasado de Boeing como pionero aeroespacial.
Clasificación “basura”
Ortberg también reconoció que Boeing necesita poner en orden sus finanzas si quiere lograr cualquiera de sus objetivos. Recientemente, la compañía puso en marcha los primeros lineamientos de un paquete de refinanciación que podría alcanzar los US$ 25,000 millones en los próximos tres años, mientras Boeing busca evitar que su calificación crediticia caiga en territorio “basura”.
“Estoy seguro de que tenemos un buen camino por delante para gestionar las realidades de nuestro negocio y mantener nuestra calificación de grado de inversión”, afirmó Ortberg.
Las tres principales agencias de calificación crediticia pusieron a Boeing bajo revisión para una rebaja, diciendo que una huelga prolongada podría obligar a una reducción al grado especulativo. Los trabajadores votarán hasta las 5 p.m., hora de Seattle, si ratifican o no el acuerdo provisional, y el resultado se conocería unas horas más tarde. Dos ofertas anteriores de la compañía fueron rechazadas.
Al mismo tiempo, Ortberg dio a entender que el futuro de Boeing será “una organización más ágil y centrada”, al tiempo que establece prioridades sobre lo que la empresa puede lograr.
Según Ortberg, la recuperación del balance será un requisito para que Boeing considere su próximo avión comercial. El fabricante de aviones no ha abordado un programa de desarrollo totalmente nuevo desde el lanzamiento del 787 Dreamliner hace dos décadas, una apuesta arriesgada dada la enorme inversión que implica. Boeing también lleva seis años de retraso en la certificación del primer modelo 777X, que, según anunció este mes, se entregará en 2026.
Boeing señaló que el programa 787 actualmente produce 4 unidades al mes y planea volver a 5 al mes a finales de año.
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