Boeing espera realizar un vuelo de prueba de su cápsula CST-100 Starliner no tripulada en la primera mitad del 2022, y un posible lanzamiento de su nave espacial tripulada a fines del próximo año, informaron funcionarios de la compañía.
El CST-100 se había programado para volar hacia la Estación Espacial Internacional (ISS) desde Cabo Cañaveral, Florida, el 3 de agosto, pero el vuelo fue abortado pocas horas antes del lanzamiento debido a problemas con las válvulas del sistema de propulsión.
Los funcionarios de Boeing dijeron a los periodistas en una sesión informativa el martes que todavía estaban realizando pruebas de las válvulas, pero que es posible que se hayan atascado por humedad o condensación.
“La humedad ambiental normal probablemente fue la fuente de esa humedad en las válvulas”, explicó Michelle Parker, ingeniera en jefe de Boeing Space and Launch.
Boeing se vio obligado a retirar la nave espacial del cohete Atlas V, construido por United Launch Alliance, y luego a transportarla a una fábrica en el Centro Espacial Kennedy para solucionar los problemas de las válvulas.
John Vollmer, vicepresidente y gerente de programa del Programa de Tripulación Comercial de Boeing, anticipó que el gigante aeroespacial ahora estaba buscando realizar el vuelo de prueba no tripulado CST-100 en la “primera mitad del 2022″.
Si ese vuelo tiene éxito, “veríamos la CFT (prueba de vuelo con tripulación, por sus siglas en inglés) tal vez para fin de año”, indicó Vollmer.
“Nos gusta ver seis meses entre cada vuelo”, dijo.
Boeing construyó el Starliner bajo contrato con la NASA para transportar astronautas a la órbita terrestre baja luego del final del programa del Transbordador Espacial en el 2011.
La NASA otorgó a Boeing y SpaceX contratos multimillonarios para proporcionar a sus astronautas servicios de transporte hacia la estación espacial y poner fin a la dependencia de Estados Unidos de los cohetes rusos para ese viaje.
El programa de SpaceX ha avanzado más rápido, con cuatro misiones tripuladas en su haber.
El programa de Boeing se está quedando atrás y el lanzamiento abortado de Starliner fue un revés para la compañía. Boeing necesita completar una misión sin tripulación con éxito antes de poder transportar astronautas.
Durante un vuelo de prueba no tripulado inicial, en diciembre del 2019, la cápsula Starliner experimentó fallas con sus propulsores. No tenía suficiente combustible para llegar a la ISS y tuvo que regresar a la Tierra prematuramente.