Michelin y BMW fueron algunas de las últimas empresas que advirtieron el miércoles de una disrupción en sus operaciones por la invasión rusa de Ucrania, mientras que el grupo publicitario Publicis dijo que cedió el control de sus negocios en Rusia para proteger a su personal.
La lista de empresas occidentales que han suspendido sus operaciones o se han retirado de Rusia crece día a día después de que Occidente impuso sanciones destinadas a frenar el acceso de Moscú a la financiación.
El fabricante de automóviles alemán BMW se unió el miércoles a otras firmas del sector al detallar el impacto de la crisis en curso en Ucrania en sus operaciones, al rebajar su previsión de margen de beneficios.
La invasión de Ucrania por parte de Rusia y las disrupciones relacionadas con el COVID-19 en China han obligado a las automotrices, desde Toyota hasta Tesla, a cerrar plantas y a subir los precios, y muchos de ellos advierten de que habrá más problemas si las circunstancias no se estabilizan.
BMW dijo que, aunque todavía puede abastecerse de algunas piezas en el oeste de Ucrania y está contratando a proveedores alternativos para mantener la producción, es de esperar que haya más interrupciones en las próximas semanas.
La francesa Michelin, que fue el primer fabricante internacional de neumáticos que empezó a fabricar en Rusia en el 2004, suspendió la producción en su planta de Davydovo, que emplea a unas 750 personas.
“Hay muchas dificultades de suministro, lo que significa que tenemos una interrupción de los flujos financieros, y hay un problema de inestabilidad monetaria”, indicó. Michelin dijo que su prioridad es apoyar a los empleados afectados.
Las multinacionales, desde las empresas de bienes de consumo a los proveedores de servicios profesionales, han dicho que deben tener en cuenta a su personal en Rusia y las ramificaciones derivadas de cualquier medida para cortar los lazos con el país.
Publicis, que había permanecido en silencio sobre el impacto del conflicto, anunció la entrega del control de sus operaciones a Sergey Koptev, presidente fundador de la firma en Rusia, con efecto inmediato.
Según señaló, cede la propiedad con la clara condición contractual de asegurar un futuro para los empleados de allí.
“Estábamos decididos a tomarnos el tiempo necesario para encontrar una solución que diera prioridad a las personas, porque nuestros 1,200 empleados en Rusia son también nuestra gente. No podíamos abandonarlos sin más”, dijo el presidente ejecutivo, Arthur Sadoun.
Su rival más grande, WPP, dijo a principios de mes que dejará de operar en Rusia, pero que apoyará a su personal y trabajará de forma estrecha con sus clientes y socios mientras se retiraba del país.