La empresa alemana BMW ha pedido a México, donde tiene su única planta de Hispanoamérica, ser “un socio confiable” con reglas “claras” para atraer inversiones futuras de la industria, que transita a un modelo con menos combustibles fósiles.
Harald Gottsche, presidente y director de la planta de BMW en San Luis Potosí, en el centro de México, expresa este viernes en entrevista con Efe que es necesario observar que el sector automotor está mudando de motores de combustión interna a automóviles eléctricos.
“Esto significa que un montón de inversión se hará dentro de los próximos años y, por ello, es importante que México sea un socio confiable, con regulaciones claras, para que de las inversiones que tengan que hacerse también México pueda beneficiarse”, expone Gottsche.
BMW acelera en México
La compañía automotriz arrancó este jueves la producción de la Serie 2 Coupé, el primer modelo diseñado y fabricado por completo en su planta de México, desde donde exportarán a al menos 37 países, como Estados Unidos, Japón, Australia y con la expectativa de abarcar China.
La empresa destinó US$ 125 millones para ampliar su producción en San Luis Potosí, donde emplea a 3.000 personas y ha invertido un total de 1.200 millones de dólares desde que en el 2019 inició operaciones con la manufactura del BMW Serie 3.
“En general, sí (nos sentimos optimistas). Tenemos factores muy fuertes. Nos beneficiamos de una configuración muy fuerte y flexible de esta planta. Esta es la planta más moderna de BMW, tenemos estructuras súper flexibles. Estamos listos para expandirnos”, asevera.
La planta de México ha fabricado 170,000 unidades desde el 2019 y ya representa el 3% de la producción global del grupo con tendencia al alza.
Pero las ventas en el país aún representan solo el 1% de BMW en el mundo.
Aun así, Gottsche asegura que en la empresa “están muy satisfechos con el desarrollo del mercado mexicano” tras la crisis que el COVID-19 causó en el 2020.
“El mercado mexicano quedó un poco atrás. Europa y Estados Unidos fueron más rápido en la recuperación. Pero sí vemos que ahora el mercado mexicano también está recuperándose y estamos muy orgullosos de que BMW es el líder del mercado en el sector ‘premium’. Incluso podríamos expandir nuestra participación”, dice.
Los retos del T-MEC
Gottsche declara que en BMW “son creyentes del libre mercado”, incluyendo el nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), con poco más de un año en vigor.
A pesar de ello, reconoce que hay disputas sobre los derechos laborales.
Las primeras y únicas quejas laborales conocidas dentro del T-MEC han sido del sector automotor por la presunta denegación de derechos sindicales en la planta de autopartes de Tridonex, en la frontera norte, y la armadora de General Motors (GM) en Guanajuato.
El directivo de BMW afirma que su planta ha obtenido la certificación completa de las autoridades laborales mexicanas.
“Aun así, todavía no nos beneficiamos de la exención de aranceles porque nuestro contenido local, mirando su valor, alcanza la regulación del antiguo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), de más del 62 %, pero no el 75% del T-MEC”, menciona.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció este jueves que está próximo un nuevo acuerdo sobre las reglas de origen con Estados Unidos en el sector automotor tras una queja conjunta de México y Canadá.
“México es un muy buen país que tiene muchos acuerdos comerciales, que para nuestro negocio con otros países funcionan bien”, sostuvo Gottsche.