El emporio comercial de Gamarra viene de meses poco auspiciosos; ello, luego de una campaña navideña y de fin de año enturbiada por las protestas y hoy también perjudicada por los bloqueos en el sur del país.
En ese sentido, la presidenta de la Asociación Empresarial Gamarra Perú, Susana Saldaña, señaló que aproximadamente un 30% de la producción que es destinada para zonas como Cusco, Puno y Arequipa no se logra enviar, pues algunas empresas de transportes tienen suspendidas estas rutas, mientras que otras no garantizan la seguridad de la mercadería.
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“El problema lo tenemos desde diciembre con el inicio de las protestas contra el Gobierno; sin embargo, ahora se han intensificado al punto de ser bien complicado trasladar los pedidos al sur”, anotó la dirigente, quien señaló que algunas agencias de transportes están llegando solo hasta Ica.
De este modo, Saldaña detalló que las atenciones al sur del país no solo concierne a prendas terminadas, sino también a telas, cierres e incluso maquinaría de confección, dado que se dota de estos productos a las mypes locales fabricantes de este rubro. “Lo más preocupante es que, si esta situación se prolonga hasta el próximo mes, terminará por comprometer la campaña escolar y del Día de la Madre de estas regiones”, añadió.
A esto se suma que estos lugares se encuentran en periodos fríos del año, por lo que la demanda de ropa es, principalmente, de invierno. Respecto a los montos de las ventas, la representante sostuvo que es difícil establecer una cifra, debido a que las pequeñas empresas compran prendas al por mayor y con inversiones diversas.
“Tenemos mypes que nos pueden hacer compras de S/ 300, mientras que las adquisiciones de otras pueden estar en S/ 3,800 o más”, manifestó.
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Frustrada campaña navideña
Las aproximadamente 20,000 mypes que se alojan en Gamarra actualmente se encuentran alrededor de un 50% de recuperación de las ventas del 2019. Según Saldaña, tras la pandemia, ha jugado en su contra la informalidad que existe en el sector, el ingreso de prendas chinas y la constante inestabilidad social que no permite seguridad en el comprador.
“En la campaña navideña y de fin de año, las ventas también se contrajeron debido a las protestas de diciembre, las cuales complicaron el envío de ropa a provincias. Posteriormente, ya no se pudo recuperar al 100% estos pedidos”, finalizó.
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