En los momentos más críticos de la pandemia del COVID-19, la hotelería en el mundo anticipaba su recuperación recién desde el 2024. Sin embargo, la reactivación del negocio se da a pasos más acelerados y la situación en Lima no sería la excepción.
Luis Tito, director de Desarrollo de Best Western para Sudamérica, señaló que la flexibilización de protocolos sanitarios y de restricciones ha llevado la ocupación de los hoteles en la capital peruana a un promedio de 45%.
“No se aleja mucho del estándar del 2019 y las tarifas también vienen mejorando, luego que disminuyeron para afrontar un mercado reducido”, comentó a Gestión.
Si bien la demanda global apunta a hoteles en destinos de playa o campo, destacó que la recuperación de Lima responde al segmento corporativo. Y es que, en años previos a la pandemia, dicho público fue el objetivo de las inversiones hoteleras.
“Ya se empezó a mover el corporativo y grupos, que pensábamos iban a demorar al 2024 o 2025. Las empresas están pidiendo tarifas, se están preparando para la vuelta al negocio”, anotó, tras mencionar que estos viajeros están retornando inicialmente de Chile, Colombia y España, pero espera recibir visitantes de más nacionalidades, como hasta antes de la pandemia.
Así, proyecta que la ocupación en Lima se recupere o llegue muy cerca a niveles del 2019 a fines del 2022.
Expansión
Consultado por la operación y expansión de Best Western en Perú, Luis Tito mencionó que los dos hoteles de la cadena en Lima siguen funcionando y en el segundo semestre abrirán un tercero en la capital con la marca SureStay, en San Isidro.
“Ya tenemos un BW Signature Collection y un Best Western Plus. El nuevo hotel será de categoría Economy, para viajeros de negocios por su ubicación cerca del centro financiero”, afirmó.
Sin embargo, el potencial es mayor, pues la cadena tiene seis proyectos en stand by, a la espera de un mejor contexto político y de negocios. De ellos, cuatro se ubicarían en Lima, y los otros dos en Iquitos y Arequipa, con diversas marcas.
Acerca de los inversores, detalló que la mayoría son hoteleros experimentados que buscan tener una marca global en sus sedes, pero también hay inversionistas que desean ingresar a este sector.
En América Latina, refirió que México y Colombia muestran un mejor ritmo de recuperación por un manejo menos rígido de la pandemia y la oferta de hoteles de playa.
En tanto, la cadena enfoca cuatro proyectos en Guyana este año.
OTROSÍ DIGO
Riesgos. Para Best Western, la evolución de la pandemia y la incertidumbre política podrían afectar la recuperación del sector hotelero en Perú. Sin embargo, también hay otras condiciones globales que ya empiezan a pasar la factura. Entre ellas, el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. “La guerra nos está afectando en temas inflacionarios y si se tiene que subir los precios, será un punto que el viajero tendrá en cuenta al momento de decidir venir o no a Perú”, anotó.