El Hospital Víctor Larco Herrera lleva el nombre del benefactor que entregó el nosocomio, especializado en salud mental, hace varias décadas a la Beneficencia de Lima. Sin embargo, en 1968 pasó a ser administrado por el Ministerio de Salud (Minsa), según acuerdo, por 30 años. Y pese a que muchas veces la Beneficencia buscó recuperar el predio, no se ha logrado.