(Bloomberg) Los grandes bancos de inversión con sede central en Londres iniciarán el proceso de trasladar puestos de trabajo del Reino Unido en cuestión de semanas luego de que el gobierno ponga en marcha el Brexit, cronograma más veloz de lo que darían a entender sus mensajes públicos de paciencia, según personas con conocimiento de los planes que están elaborando cuatro de las firmas más grandes.

Consternados por la falta de un plan claro para proteger el estatus del Reino Unido como centro financiero mundial, los ejecutivos se preparan para lo peor: perder el derecho a vender servicios libremente en toda la Unión Europea desde la City, dijeron las personas, que pidieron que no se revelara su identidad porque los planes son privados. Como tienen por delante un largo proceso con posibles esperas de aprobaciones reglamentarias antes de que los trabajadores puedan empacar sus maletas, los bancos quieren comenzar rápidamente para poder tener instaladas oficinas nuevas o más amplias en Europa antes de que termine el período de dos años de negociación del Brexit.

"Este año todo pasa por entender los escenarios posibles, las opciones que uno tiene y cuáles son los planes de emergencia", dijo Andrew Gray, responsable del Brexit para los servicios financieros británicos en PwC, que asesora a los bancos sobre la mejor manera de actuar ante el Brexit. "Algunos planes llevan un tiempo de ejecución y las firmas no pueden permitirse esperar hasta el 1° de enero de 2019 y correr el riesgo de no poder operar".

Conversaciones desalentadorasSi bien la primera ministra Theresa May ha dicho que peleará para que la City de Londres conserve su derecho de establecimiento y libre prestación de servicios, los banqueros y los abogados sostienen que la funcionará deberá librar una batalla cuesta arriba para lograr concesiones de socios de la UE que todavía se sienten mortificados por el resultado de la votación del 23 de junio. Los ejecutivos de bancos en privado se muestran desalentados ante el hecho de que, siete semanas después del referéndum, los ministros a cargo de negociar el mejor acuerdo para el Reino Unido crean que pueden conservar los beneficios de estar en el mercado único sin aceptar el libre movimiento de los ciudadanos de la UE, dijeron las personas.

Dado el número limitado de destinos adecuados para reubicar sus firmas y la escasez de propiedades de primer nivel en esas ciudades, los bancos se han lanzado a competir entre sí para conseguir el mejor espacio de oficinas y alojamiento para los miles de trabajadores que eventualmente mudarían fuera del Reino Unido. También quieren ser los primeros en la cola ante el regulador local, que probablemente tenga dificultades para hacer frente al ingreso de bancos de inversión que piden permiso para iniciar sus operaciones.

La posibilidad de que Londres quede aislado del resto del bloque de 27 naciones es un problema particularmente agudo para los bancos de Wall Street, ya que un monto significativo de los ingresos que generan en la región proviene de atender a los clientes de la UE. El 87% del personal europeo de los bancos de inversión estadounidenses se encuentra instalado en el Reino Unido, que también concentra el 78% de la actividad de los mercados de capitales de la región, según New Financial, un think tank.

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