El uso de la banca virtual y la tecnología ha sido acelerado en los últimos años y la principal consecuencia es la reducción en la brecha de uso de servicios financieros, señaló el gerente senior de Regulación Financiera y FinTech de EY Law, Darío Bregante.
Se debe entender por banca virtual, según el Banco Central de Reserva (BCR), a las transacciones por internet, software corporativos, banca por teléfono y banca móvil. Estas transacciones pueden ocurrir a través del uso de interfases de redes informáticas (computadoras) o por el uso del teléfono.
Las operaciones a través de la banca virtual, pasaron de un promedio mensual en soles de alrededor de 18 millones en el 2018 a 86 millones en el 2021. Por su parte, si se hace la revisión por monto, el promedio mensual pasó de S/ 75,400 millones a S/ 165,000 millones, para las mismas fechas según datos del BCR.
Bregante indica que, si bien la pandemia gatilló para que se aceleren las operaciones, para la mayoría de empresas en el sistema financiero ya estaba en agenda la mayor digitalización en sus servicios con el fin de mejorarlos.
“Las entidades financieras ya tenían mapeado que el uso de tecnología haría su servicio más eficiente y reduciría sus costos internos; sin embargo, esta significaba una apuesta de tiempo y dinero. Ante ello, la pandemia hizo que, ante la necesidad de seguir operando, se aceleren los proyectos que posiblemente tenían para los siguientes cinco años. A pesar de que se hubieran desarrollado soluciones digitales, la crisis sanitaria dio paso a un cambio en los hábitos de los peruanos”, señaló.
Agregó que, en los últimos años, ha habido una notoria colaboración entre las empresas del sistema financiero, clientes y fintech, con el objetivo de desarrollar nuevas modalidades de acuerdo a las necesidades del usuario. “Muchas entidades que ya tenían servicios digitales no tenían gran éxito. Esto cambió cuando las personas se vieron en la necesidad de usarlos a raíz de la crisis sanitaria”, indicó.
Asimismo, aunque no de manera directa en lo que es banca virtual pero sí con la relación con el entorno tecnológico, también se menciona el trabajo del gobierno y los entes reguladores.
“Desde hace varios años, el Estado viene fomentando los temas de transformación digital, desde lo que se vio con el DNI electrónico, el cual es crucial, y fomentar el tema de firmas digitales. Asimismo, tenemos a los reguladores predispuestos a hacer cambios para levantar las barreras respecto a implementar soluciones tecnológicas, como es el caso de la reciente normativa crowdfunding”, manifestó.
Bregante mencionó que el peruano ha sido reacio en cuanto a cambiar su dinámica alrededor de las transacciones, y que prueba de ello es que antes de la pandemia, a pesar de tener la cobertura para realizar operaciones de manera online, algunos no la tomaban como opción y preferían soluciones físicas.
No obstante, ahora el cambio es notorio y se realizan incluso operaciones más complejas más allá de las transferencias, lo que surge en favor de la inclusión financiera.
“Hay que reconocer que en el país hay una brecha de infraestructura tecnológica; sin embargo, en muchas zonas donde había cobertura los usuarios no usaban servicios financieros a través de sus celulares o computadora. La preferencia prepandemia era acercarse a las oficinas. Al día de hoy muchas personas ya no ven como alternativa acercarse a las oficinas bancarias. Hoy siete de cada diez limeños reconocen que quieren contar con un producto 100% digital, porque reducen costos y tiempo”, manifestó.
Retos
Los retos, según el represente de EY, es no descuidar que existen riesgos en este tipo de canales, por lo que debe haber un permanente trabajo para mantenerlos bajos o mitigarlos por completo.
“Estos esfuerzos deben ir de la mano tanto por la banca con, por ejemplo, soluciones como la doble autenticación del cliente. Esto en paralelo a una correcta promoción de la educación financiera en el sentido de enseñar sobre lo que se puede o no se debe compartir respecto a la información, y así evitar potenciales actos ilícitos”, afirmó.
Añadió que hay una agenda por parte del gobierno para alcanzar la “economía digital”, en donde hay énfasis en la prestación de servicios, lo cual debe tener sobre todo una óptima planificación.
“Perú tiene avances en los temas de identificación como el DNI, y estos son claves dentro de un ecosistema de contratación digital. A esto se debe sumar la evaluación de marcos como el open banking, para seguir construyendo soluciones a medida del cliente. Este no es un esfuerzo sencillo, por lo que debe haber una planificación clara para que se mantenga siempre la confianza desde el inicio”, precisó.