Para una casa o una bicicleta. Como un envase de café o de té. Artesanías y cosméticos. El bambú es de las pocas especies forestales que sirven de materia prima de múltiples negocios en Perú, por eso la llaman la ‘planta de los 10.000 usos’, “y está documentado”, dice Dave Pogois, director general de la Dirección General de Gestión Sostenible del Patrimonio Forestal y de Fauna Silvestre del Serfor.
Son más de sesenta variedades de bambú que crecen entre las regiones de Cajamarca, Piura y San Martín. En estas tres zonas se contabilizan cerca de 4,000 hectáreas de bambú silvestres, pero en la zona central del país, como Junín y Pasco, existen cerca de 1.500 hectáreas que han sido plantadas con fines comerciales. En el sur, en tanto, existen también áreas naturales (8 millones de hectáreas) donde el bambú se mezcla con otras especies forestales.
Pese al importante número de áreas, la producción nacional solo cubre el 25% de la demanda de bambú para fines de construcción. “La brecha es de casi 10,000 hectáreas, por eso la mayoría se importa de Ecuador y algo del Asia”, señala Pogois.
Serfor anunció, en el 2022, la publicación de la Estrategia Nacional del Bambú al 2025, cuyo objetivo es sembrar 4,400 hectáreas nuevas de bambú y capacitar a 3,000 actores de la cadena hacia ese año.
Hoy esa cadena es todavía bastante pequeña. Según datos del Serfor, en el país solo habría 61 empresas registradas formalmente como negocios relacionados a la transformación del bambú, mientras que 10,000 productores entre pequeños y medianos han entrado al negocio de la plantación, considerando que la rentabilidad -según el funcionario- se ha elevado y las probabilidades de ganar S/10,000 por hectárea y recuperar la inversión en cinco años está funcionando.
“No solo se comercializa el tronco, las hojas ahora se venden, hasta tres soles por kilo, para hacer el té de bambú”, anota.
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De Oxapampa para el Perú
En las montañas, a 1,800 metros sobre el nivel del mar, se cosecha el café de Oxapampa (Pasco), una de las primeras ciudades planificadas y una de las reservas de biósfera del Perú. En esta zona han comenzado han comenzado a reforestar espacios con bambú para fines de comercio sostenible: hoteles ecológicos cuyas paredes se hacen en base de bambú con cemento y otras especies forestales; o envases para encerrar el aroma del grano aromático.
Esa fue la idea de María Mucha, dueña de Café Bambú, que no solo ha creado los recipientes para el café, también los usa para el cacao en grano y chocolates. “Esto nos permite reducir el uso de plástico o que la bolsa que usemos para empaquetar el café tenga 30% menos de plástico”, explica.
“En Oxapampa se creó hace dos años la mesa técnica del bambú para impulsar los eslabones de la cadena de este producto forestal y generar su transformación. Consideramos que es una especie con un fuerte potencial y que puede brindarnos diferentes oportunidades”, señala Mucha, quien además de los envases ha creado las famosas cafeteras de 60 también a base de bambú, lo que le permite incrementar su oferta y sus ganancias.
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Bamboom.pe, un sueño nacional
La selva de Tingo María, en Huánuco, ya cuenta con su primera empresa con autorización para vender bambú, en sus diferentes presentaciones, a nivel nacional. Oswaldo Limaymanta es gerente de Bamboom.pe, que comenzó haciendo artesanías, mueblería y decoración de interiores a base de bambú, hasta que llegó la oportunidad de dar un paso más, y ahora también ofrece el bambú listo para usar: preservado y secado, aunque con un proceso manual.
“Hay dos metas que tenemos, una es poder instalar una cámara de secado para reducir de un mes a dos semanas el proceso de la madera y segundo, queremos culminar nuestro proyecto piloto en el que nos hemos involucrado desde la plantación hasta la cosecha”, señala. Limaymanta explica a Gestión.pe que en Tingo María se están especializando en la producción del bambú ‘gigante’, la única variedad en alcanzar los 30 metros de altura por lo que es ideal para utilizarlo en diseño de interiores.
“Como empresa nuestros márgenes de ganancia todavía son bajos porque estamos recién entrando a un proceso de optimizar nuestros procesos”, indica desde su natal Huánuco, región en la que -dice- han llegado empresarios de diferentes partes del país para comprar el bambú para fines de construcción.
Próximas acciones
En el 2022, Serfor adelantó a Gestión que junto al Ministerio de la Producción se evaluaba la implementación de un CITE Bambú el cual se ubicará en Piura.
A ello se suma un presupuesto de S/ 2 millones que se está solicitando al Ministerio de Economía y Finanzas para implementar una estrategia de cooperación para atraer más inversiones en esta especie forestal, no solo a nivel de plantaciones, también destinarlos a fortalecer centros de transformación con la finalidad de producir láminas y tableros para construcción a base de bambú.
Para los planes de negocio, han establecido una alianza con la Universidad Nacional Agraria La Molina (Unalm) que cuenta con una diversidad de investigaciones sobre la propiedad del bambú también para fines cosméticos, como el champú.
Este 2023, la Semana Nacional del Bambú -que va del 18 al 22 de setiembre- se realizará en Cusco, específicamente en la provincia de La Convención. El evento reúne a miles de interesados en el bambú, estudiantes, productores, comercializadores, transformadores, gestores públicos y privados de todo el Perú. Esta actividad ha logrado posicionarse como el mayor evento anual de intercambio de experiencias vinculadas a la cadena productiva del bambú.