En el último tramo del 2022, el combustible que tenía el sector automotriz a inicios del año se viene acabando. Y es que, en octubre último, las ventas de vehículos livianos y pesados cayó por tercer mes consecutivo, en 13.7% a 14,371 unidades.
Así lo indicó la Asociación Automotriz del Perú (AAP), que aseguró que tal retroceso afecta a todas las categorías, incluyendo a las SUV y pick up, que fueron las primeras en repuntar tras el confinamiento del 2020.
De esa manera, el avance acumulado del sector se desaceleró, pasando de 11% (a julio) a 5.1% en solo tres meses (a octubre).
El gerente de Estudios Económicos de dicho gremio, Alberto Morisaki, explicó que la caída de las ventas sigue respondiendo a la comparación con una alta base registrada a fines del 2021. El último mes, ni las categorías más dinámicas lograron escapar a ese efecto estadístico.
“Se vendió más de 6,000 SUV en octubre del 2021, cerca de 2,600 en pick up y en automóviles sedán fueron más de 4,000″, comentó a Gestión.
Factores coyunturales
Al margen del efecto estadístico, Morisaki reconoció que el retroceso también obedece a factores coyunturales, como la menor confianza del consumidor, la inflación de dos dígitos en alimentos y la ausencia de ingresos extra que sí hubo el año pasado (por retiros de CTS y AFP, principalmente).
En el segmento corporativo, sostuvo que las ventas disminuyeron por expectativas empresariales en terreno negativo -por 18 meses consecutivos- y la proyección de inversión privada a la baja. Dicho sector suele consumir vehículos pesados, además de pick up y SUV.
Por su parte, Marco Kohatsu, country manager de General Motors (que tiene la marca Chevrolet), afirmó que hay “cierta lentitud” en las ventas debido, principalmente, a la coyuntura política y económica, más allá de efectos estadísticos.
“El mercado está tomando el nivel en el que pareciera que va a quedar - en14,500 o 15,000 unidades livianas y pesadas al mes-. Hemos tenido picos por llegada de inventarios el año pasado, pero ahora se está estabilizando”, anotó.
Proyecciones de crecimiento
En los últimos dos meses del 2022, Morisaki estimó que la tendencia de caída se mantendría, en comparación con el mismo periodo del 2021. Así, el crecimiento del sector desaceleraría a 3.5% o 4% al cierre del año.
De cara al 2023, previó un avance también ligero, de solo 2.5% o 3%, en línea con la proyección de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI).
En tanto, Kohatsu destacó que el mes de diciembre suele ser dinámico por la demanda de vehículos para renovar flotas y cerrar presupuestos, reactivando la compra de SUV y pick up, considerados como bienes de capital. Y si bien ya no habría las liquidaciones de hace cuatro años, afirmó que las marcas ya están activando campañas.
Aun así, reconoció que los volúmenes de noviembre y diciembre del 2022 no marcarán un repunte frente a meses previos y que las ventas del año terminarán creciendo entre 3% y 5%, a 175,000 unidades livianas y pesadas. Para el 2023, previó un mercado del mismo tamaño.
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De los menores crecimientos
Frente a los mercados vecinos, Morisaki refirió que el crecimiento de ventas de autos en el Perú es de los más bajos. Hasta septiembre, indicó que las ventas en el mercado local crecían en 7.5%, mientras que en Chile lo hacían en más de 11%; en Ecuador, más de 18%; y en Colombia, cerca de 10%.
Además de los factores coyunturales, Kohatsu admitió que algunos problemas de suministro por escasez de componentes para los vehículos y demoras en las rutas marítimas seguirán presentes hasta el primer trimestre del 2023.