
La compañía peruana ATSA Airlines, con más de cuatro décadas en el mercado y bajo el sello del Grupo Romero, prepara una ofensiva en rutas regionales poco atendidas. Con una estrategia que combina mayor frecuencia de vuelos y la incorporación de nueva flota, la empresa espera cerrar el 2025 con cifras positivas.
Christian Gutiérrez, gerente comercial de la compañía, destacó la diversificación de la compañía. “Nos dividimos en dos grandes grupos: los negocios propiamente aéreos, donde operamos con aviones, y los negocios terrestres relacionados al rubro aéreo. Entre ambos, suman nueve negocios”, explica el gerente.
En el ámbito aéreo, la compañía opera principalmente su línea comercial regular, pero también opera otros servicios. “Tenemos el negocio de chárter corporativo representa el 36 % de los ingresos, de carga, vuelos VIP para directivos, ambulancias aéreas, y radioayudas, que consiste en la calibración de radares en aeropuertos del país”, explicó el ejecutivo.
Por el lado de los negocios terrestres, ATSA opera servicios complementarios al sector aéreo. “Contamos con tres unidades: FBO (fix base operator), que da soporte a aeronaves extranjeras que llegan al Perú y requieren permisos y servicios; la unidad de mantenimiento de aeronaves; y la gestión de aeronaves para empresas o personas que adquieren un avión y necesitan que se lo administremos” explicó.
En cuanto a participación de mercado, Gutiérrez precisó que la compañía aún es pequeña en pasajeros domésticos, pero con presencia estratégica.
“En pasajeros domésticos tenemos 1.3 % de market share, lo que equivale a unos 200,000 pasajeros anuales en un mercado de 15 millones. Creemos que si se consideran los aeropuertos privados donde operamos, nuestra participación real está entre 1.5 % y 1.6 %”, sostiene Gutiérrez.

Expansión de rutas y flota
Los destinos que atiende la compañía son Chachapoyas, Huánuco, Tingo María y Mazamari. De ellos, las ciudades de Chachapoyas y Huánuco concentran cerca del 70% de su operación comercial. En la ruta Chachapoyas–Huánuco se tienen vuelos diarios.
Actualmente, la aerolínea cuenta con una flota compuesta por aviones Beechcraft 200, Beechcraft 1900, dos Q400 de 76 pasajeros, un Antonov 32 de carga y un jet ejecutivo.
“Estamos en proceso de adquirir un nuevo avión Q400 Dash 8, con capacidad para 76 pasajeros. La compra se cerrará durante este 2025 y la aeronave entrará en operación en el primer trimestre de 2026. Esta compra nos permitirá aumentar frecuencias en rutas como Chachapoyas, Tingo María y Mazamari, además de abrir nuevas conexiones regionales. Con este avión apuntamos a crecer 20 % anual en los próximos tres años,” señala el ejecutivo.
Actualmente, ATSA cuenta con 22 frecuencias semanales y proyecta cerrar el 2026 con un total de 33. La compañía proyecta que dichos destinos que hoy tienen apenas unos vuelos semanales lleguen a operar casi a diario, en la medida que la demanda lo permita.

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Estructura de negocio y proyecciones
La compañía espera un incremento del 22 % en número de vuelos y aproximadamente un 15 % más pasajeros transportados al cierre del año.
En cuanto a ingresos, su avance se da a un ritmo no menor de 8 % anual y, para este 2025 esperan cerrar con un 9 % de crecimiento, incluso con menor aporte del segmento VIP. “Nuestro crecimiento está apalancado en la expansión de ATSA Airlines y el fortalecimiento del negocio de mantenimiento”, señala el ejecutivo.
Entre los desafíos destacan la operación en destinos con infraestructura limitada, la necesidad de mantener estándares de seguridad en pistas no preparadas o en mejora como la pista del Aeropuerto de Tingo María, y la gestión de costos operativos.
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