Han pasado dos años y medio aproximadamente desde que se puso a la venta el primer frasco con derivado de cannabis para uso medicinal en una farmacia peruana. Por entonces, tras una importación realizada por Digemid, empezó a venderse un extracto estandarizado con cannabidiol (CBD) al 5% en la botica de la entidad pública. Y se hizo a un precio bastante competitivo.
En la actualidad, según información de Digemid a marzo del 2022, en el Perú existen 55 farmacias con licencia para comercializar derivados para uso medicinal. De dicha cifra, solo cinco están fuera de Lima. Esto, pese a que más del 30% de pacientes registrados pertenecen a regiones que no son la capital.
“Si bien ha habido un avance, considero que las instituciones públicas han podido ser mucho más proactivas en busca del beneficio del paciente”, considera el médico Max Alzamora, presidente de la Asociación Peruana de Medicina Cannabinoide (Apemedcann).
Aún existen importantes brechas por cerrar para poder asegurar el acceso a derivados de cannabis, cuyos beneficios han sido comprobados en el manejo de las nauseas y dolor crónico en pacientes con cáncer y también en la falta de apetito en quienes padecen VIH.
Los cannabinoides también son usados en el tratamiento de ciertos tipos de epilepsia refractaria. Finalmente, hay evidencia anecdótica para el manejo del sueño, de la ansiedad y la depresión.
Descentralización
Max Alzamora opina que la descentralización del acceso es una de las principales tareas pendientes. “Por lo menos el Estado debería estar presente en más regiones e ir avanzando de a pocos, pero no se da”, afirma en referencia a la posibilidad de replicar lo que se hace en la farmacia de Digemid, en el distrito limeño de San Miguel, en otras ciudades del país.
Además, advierte que la oferta en farmacia estatal capitalina está incompleta: “A estas alturas ahí debería haber también fórmulas en las que predominen tanto el CBD como el tetrahidrocannabinol (THC) y también de ratios similares de ambos cannabinoides”.
De otro lado, en cuanto a las farmacias privadas, el especialista señala que enfrentan la competencia del mercado informal, que comercializa productos sin registros o regulación alguna, lo que dificulta y hasta hace inviable en muchos casos el crecimiento de las empresas formales.
Aseguradoras
El presidente de Apemedcann considera que otro aspecto que está estipulado en el reglamento que regula el cannabis para uso medicinal, y que no se aplica, es que los seguros de salud deberían cubrir estos medicamentos.
Alzamora indica que hubo un intento en un hospital del seguro social para dar cobertura a algunos casos de epilepsia refractaria. Sin embargo, no avanzó.
De otro lado, comenta que ha tenido reuniones con representantes de aseguradoras privadas para que también consideren el tratamiento con cannabis en sus planes.
“Si bien se está avanzando, ellos quieren sustento científico aprobado por la FDA de los Estados Unidos. Y los medicamentos que cuentan con esto son, por ejemplo, Sativex, cuyos precios son muy elevados”, explica.
Congreso internacional
El Perú ha destacado en los últimos años en cuanto a capacitación de profesionales de la salud en el uso de derivados de cannabis para uso medicinal. En esa línea, Apemedcann está organizando el Primer Congreso Internacional de Cannabis y Enteógenos en el Perú.
El jueves 1 de setiembre se desarrollará un workshop organizado por la doctora Paola Pineda, fundadora del Grupo Curativa y pionera en el uso de cannabis en Colombia. “Se tratarán casos clínicos y los médicos podrán hacer las consultas que requieran”, señala Max Alzamora.
Los días 2 y 3 de setiembre se desarrollará el Congreso con la participación de nueve expositores internacionales, entre los que se encuentra el médico argentino y funcionario del Ministerio de Salud de dicho país, Marcelo Morante. También estará presente la doctora Bonni Goldstein, autora del libro “Cannabis is Medicine”, quien además ha estudiado el uso de THC en pacientes oncológicos pediátricos. Su trabajo puede verse en el documental “Weed The People” en Netflix.
Al grupo de expositores extranjeros también se suman ocho nacionales. “Esperamos también que la industria local, si bien está golpeada, pueda aportar como sponsor al congreso, pues es un evento que les dará visibilidad y seriedad a los productos que importan y comercializan”, comenta Max Alzamora.