La ampliación del plazo para acceder a la reprogramación de créditos al sector turismo hasta el 31 de diciembre, dará mayores facilidades para subsistir pero no es la solución definitiva porque las agencias turísticas venden solo el 10% de lo que vendían antes de la pandemia, afirmó el presidente de la Asociación Peruana de Agencias de Viajes y Turismo (Apavit), Ricardo Acosta.
“Me parece una buena norma que colabora, pero ojalá que bancos o cajas municipales estén dispuestos a ayudar, porque inicialmente muchas agencias regionales pidieron reprogramación y no se les otorgó o pidieron créditos y se les negó”, comentó.
Asimismo, refirió que los créditos obtenidos por cada agencia turística dependió del monto de su facturación.
Explicó que ante el cierre imprevisto de las fronteras por el COVID-19, aquellas agencias de turismo que habían invertido en el mejoramiento de sus servicios como renovación de equipos y tecnología, no pudieron obtener el retorno económico necesario.
Ahora quienes lograron acceder a créditos de Reactiva Perú y FAE Turismo fueron muy pocos, en su mayoría de Lima. Caso contrario, Acosta refiere que muchas agencias regionales si tuvieron impedimentos; por ejemplo, algunas cajas de ahorro apoyaron solo a sus clientes.
“No es solo la ampliación, hay que ver si finalmente las agencias o empresas del sector logran acceder. Nos quedamos sin nada de la noche a la mañana. El que abrió su restaurante, el que construyó su hotel, de pronto el retorno económico que pensaba recibir se perdió”, explicó.
La reprogramación significa para Apavit, en representación de las agencias turísticas, una oportunidad para reactivarse, aunque sea de manera lenta con el movimiento de turistas internos. Pero puntualizó que quien genera más movimiento económico es el turista receptivo.
“Si no se ampliaba eso hubiera sido peor. Tengo entendido que un aproximado de 5,000 personas habían dejado de pagar, porque realmente no tenían cómo. En mi caso pedí ampliación, pero no es que no pague nada. De S/ 60,000 que me dieron, estoy pagando S/ 1,000 mensuales por los intereses y demás”, añadió.
Si bien Acosta refiere que esto es un apoyo, no sería la solución definitiva puesto que el sector turismo viene afrontando otras complicaciones más peligrosas como la suspensión perfecta y las constantes restricciones sanitarias para el ingreso al país por el COVID-19.
“Si la suspensión perfecta sigue adelante, las agencias de viajes y muchos rubros del sector turismo van a quebrar, casi el 95%. No sé que podría pasar con los hoteles, por ejemplo, tendrían que reponer todo el personal que tenían, con qué van a pagar. Si las empresas quiebran, el colaborador va a perder su empleo y beneficios sociales”, agregó.
En el caso de las restricciones para el ingreso al Perú, Apavit refiere que tuvieron más de 1,000 cancelaciones ante los últimos cambios del gobierno. Lo mismo en el caso de peruanos que buscan viajar al exterior, ante la duda de no saber si podrán regresar libremente al país.
“Están pidiendo PCR molecular que cuesta entre US$ 150 a US$ 300 en el extranjero y no es tan fácil conseguirlo, además demanda más tiempo de espera. Un viaje de cinco personas sube una barbaridad. Retrae el mercado, la gente piensa dos veces antes de invertir en un viaje”, dijo.
Finalmente, Apavit espera que el gobierno cambie las medidas impuestas ante la no renovación de la suspensión perfecta, puntualizó que debe ser antes del 2 de octubre.
“A ver si el gobierno recapacita y cambia. Si anuncian cambios días después van a causar todo un problema, volverían los trabajadores y después otra incertidumbre más. No hay por qué tener al turismo ante esa incertidumbre innecesaria”, acotó.
Aún sin viceministro
Desde la última reunión, el pasado lunes 20, entre el gobierno y operadores turísticos y comerciales para llevar a cabo soluciones para la reactivación del sector, Acosta refiere que solo la Cámara Nacional de Turismo del Perú (Canatur), en representación de Apavit, si tuvo una reunión recientemente.
“Se asistió para conversar sobre la suspensión perfecta y para que se deje de pedir prueba PCR Molecular regresando a la prueba de antígenos. Nuevamente no hubo una respuesta o solución”, finalizó Acosta.