Alitalia apagó sus motores tras 74 años de historia para dejar la pista a ITA Airways, nacida de sus cenizas, en un mercado aéreo que lucha por recuperarse de las turbulencias de la pandemia de coronavirus.
El primer vuelo de ITA Airways despegó este viernes a las 06H20 hora local (0420 GMT) de Milán-Linate con destino Bari, en el sur del país, siete horas después del último aterrizaje de Alitalia, la noche anterior en Roma, procedente de Cagliari.
La nueva compañía, cuyo nombre oficial fue anunciado este viernes, tendrá un logo verde-blanco-rojo, que se inspira en el de la histórica aerolínea nacional, anunció el gerente general, Fabio Lazzerini.
“No queremos olvidar el pasado glorioso de Alitalia, pero será un renacimiento total”, con el fin de crear una empresa “sostenible” y “rentable”, explicó.
Alitalia, fundada el 5 de mayo de 1947, fue el símbolo del milagro económico de Italia tras la Segunda Guerra Mundial, convirtiéndose en la séptima compañía aérea del mundo en los años 70, antes de entrar en un largo declive, que se ha agravado en los últimos años.
Su historia está entrelazada con la del país: las primeras azafatas llegaron a bordo en 1950, Alitalia se convirtió en el transportista oficial de los Juegos Olímpicos de Roma en 1960 y superó la marca del millón de pasajeros, Pablo VI fue el primer papa que voló en ella en 1964 y Antonella Celletti, la primera mujer que pilotó uno de sus aviones en 1989.
“Asistimos con profunda tristeza al final de Alitalia, que era nuestro buque insignia nacional, símbolo de la historia de este país”, aseguró conmovida Laura Facchini, de 47 años, auxiliar de vuelo de Alitalia durante 20 años.
Como tantos otros, solicitó en vano pasar a formar parte de la plantilla de ITA como parte de la primera tanda de 2,800 personas contratadas este año. De aquí al 2022 deberán contratarse 5,750 empleados, de un total de 10,500 que tiene Alitalia.
Lucha sindical
“Muchos de nosotros estamos desesperados porque ya no tenemos trabajo. Estábamos muy unidos a la empresa, muy motivados, siempre tuvimos una sonrisa en la cara”, contó la delegada nacional del sindicato UGL Trasporto Aéreo.
Los sindicatos de Alitalia han protestado contra los “contratos con descuento” ofrecidos por ITA, con recortes salariales de hasta el 20% e incluso el 40% para los pilotos, y la “venta por partes” de la compañía.
Mientras que el sector de la aviación ha pasado a ITA, una empresa totalmente estatal, los servicios de tierra y de mantenimiento se venderán por separado, mediante licitaciones, tal y como exigió la Unión Europea durante las duras negociaciones con Roma.
La Comisión Europea dio luz verde en septiembre a una inyección de 1,350 millones de euros (US$ 1,566 millones) en fondos públicos. Manteniendo “una discontinuidad económica” entre Alitalia e ITA, por lo que eximió a esta última de devolver las “ayudas estatales ilegales” recibidas por su predecesora.
A lo largo de los años, el Estado italiano ha desembolsado más de 13,000 millones de euros (unos US$ 15,000 millones) para intentar salvar a la empresa, entre recapitalizaciones y créditos puente.
Pero no se pudo hacer nada y Alitalia acumuló pérdidas de 11,400 millones de euros (US$ 13,229 millones) entre el 2000 y 2020.
“El gran error fue no invertir en el lucrativo mercado de larga distancia”, declaró Andrea Giuricin, economista especializado en transporte de la Universidad Bicocca de Milán.
Sobre todo, porque las compañías de bajo coste, como Ryanair y Easyjet, quebraron el mercado con la reducción de los precios para las rutas de corta distancia y el tren de alta velocidad redujo el tiempo de viaje entre Roma y Milán de seis a tres horas.
Carrera hacia la quiebra
Al borde de la quiebra, Alitalia fue puesta bajo supervisión de la administración pública en el 2017, pero su situación se fue deteriorando aún más debido al impacto de la pandemia de COVID-19, que ha dejado en tierra a las aerolíneas de todo el mundo.
En el 2020, Alitalia registró pérdidas por 2 millones de euros (US$ 2.32 millones) al día, transportando sólo 6.3 millones de pasajeros en el año, frente a los 52.1 millones de Ryanair y o los 34 millones de Air France-KLM.
Con una flota reducida a la mitad, de 52 aviones, incluidos siete aviones grandes, ITA tendrá dificultades para despegar, sostiene Andrea Giuricin.
“Resistir a la competencia de los gigantes Air France-KLM y Lufthansa en las rutas internacionales y de las compañías de bajo coste en el mercado nacional es una misión imposible”, recalcó.
Desde que Alitalia fue puesta bajo supervisión pública hace cuatro años, el gobierno ha buscado en vano compradores.
El famoso logo verde sobre fondo blanco de Alitalia fue adquirido por ITA, pagando 90 millones de euros (US$ 104 millones).