El Estado alemán va a nacionalizar el gigante energético Uniper, asfixiado por los cortes de suministro de gas ruso, anunciaron este miércoles el gobierno alemán y el propietario finlandés de la empresa, el grupo público Fortum.
“El gobierno se hará cargo de alrededor de 99% de Uniper”, dijo el ministerio alemán de Economía en un comunicado.
“Uniper es un pilar central del suministro energético alemán”, dijo el ministerio para justificar la intervención. La empresa suministra gas a cientos de municipios alemanes.
Esa intervención era necesaria para “garantizar nuestro suministro de gas y para proteger a los consumidores de una situación incontrolable”, señaló el ministro de Finanzas, Christian Lindner.
El acuerdo sustituye un plan de ayuda inicial dado a conocer en julio, bajo el cual Berlín habría tomado una participación de 30% del grupo, primer importador de gas de Alemania.
Berlín comprará todas las acciones de Fortum a un precio de 1.70 euros por acción, por un total de 500 millones de euros, según el documento.
Alemania también realizará un aumento de capital de la empresa por 8,000 millones de euros, indicó el gobierno.
Dejar que la compañía quebrase hubiera podido provocar una reacción en cadena que podría haber sumido a “muchos otros proveedores de energía en una situación muy difícil”, pues se habrían visto afectados por un aumento de los precios, declaró en una rueda de prensa el presidente de Uniper, Klaus-Dieter Maubach.
“El paso correcto”
“Bajo las actuales circunstancias en el mercado energético europeo, y reconociendo la gravedad de la situación de Uniper, esta desinversión de Uniper es el paso correcto, no solo para Uniper sino también para Fortum”, comentó por su parte el presidente del grupo finlandés, Markus Rauramo, en un comunicado.
Rauramo agregó que “el papel del gas en Europa ha cambiado desde que Rusia atacó a Ucrania, y también ha cambiado la perspectiva para una cartera intensiva en gas”, haciendo inviable la participación de Uniper en ese mercado.
La empresa era el principal cliente del gigante ruso Gazprom en Alemania. Para cumplir sus contratos, ahora deberá obtener el gas en el mercado al contado, donde los precios se han disparado.
En total, las pérdidas sufridas ascienden a “8,500 millones de euros”, indicó Fortum el miércoles.
La situación se agravó cuando Gazprom cerró temporalmente su gasoducto Nord Stream 1, principal proveedor de gas ruso en Alemania, a inicios de septiembre.
Dependencia de gas ruso
Berlín había advertido en los últimos meses del “efecto Lehman Brothers” que una quiebra de Uniper tendría en los mercados energéticos.
Dada la importancia de Uniper, su colapso sacudiría el mercado energético y provocaría escasez de energía para sus miles de clientes.
El gobierno alemán también entró en septiembre en conversaciones con otro proveedor de gas, VNG, sobre un posible paquete de auxilio.
La invasión rusa a Ucrania provocó un terremoto en el mercado energético europeo, al intensificar la presión sobre los suplidores y aumentar el temor de una posible escasez durante el invierno.
Alemania resultó especialmente expuesta en esta situación dada su elevada dependencia de las importaciones energéticas de Moscú.
Desde el estallido de la guerra, Berlín ha luchado por desprenderse del gas ruso y asegurar suministros alternativos.
Las autoridades han asumido componentes clave de la infraestructura energética que estaban en manos de empresas energéticas rusas y ordenaron llenar los depósitos de gas.