En comparación a otros países de la región, el desarrollo del ecosistema de emprendimientos digitales en el Perú aún tiene cierto retraso. Sin embargo, según considera Claudio Barahona, managing partner del fondo regional Alaya Capital, ahora se están dando pasos en la dirección correcta.
“En los últimos dos años y medio ha aparecido una segunda ola de emprendedores que muestra una evolución que es mucho más interesante que lo observado hace cinco o 10 años”, indica.
En opinión de Barahona los emprendedores locales ahora tienen “un hambre global”. “Antes veía que habían muchas startups que pensaban en hacer algo solo para Lima o Arequipa. Esa mentalidad ha ido cambiando un poco y empiezan a ver el mundo como un mercado”.
El representante de Alaya Capital agrega que, a diferencia de años anteriores en los que habían varias startups de distintos sectores, en el Perú ahora hay un foco en fintechs y tecnologías para la educación.
“No me explico bien el por qué de esta especialización, pero creo que el ecosistema podría diversificarse un poco más. Hay muchos sectores que podrían explorarse y en los que el emprendedor peruano podría marcar diferencia a ni el global”, indica.
Recomendaciones
Claudio Barahona detalla también las características que toman en cuenta al momento de invertir en una startup.
“Los emprendedores deben tener un pensamiento global desde el primer minuto”, indica. A la vez, recomienda que las empresas digitales participen en instancias de capitales semilla como Startup Perú o UTEC Ventures pues dan un empujón inicial y permiten establecer contactos con inversionistas regionales.
“Apoyarse en algún ‘angel investor’ o una incubadora o aceleradora es muy bueno al principio”, indica.
Barahona también recomienda no ponerse límites con respecto a contactar fondos de otros países. “Hoy el trabajo remoto permite concretar reuniones con inversionistas que están sentados en cualquier parte del mundo. La cancha se ha emparejado y es algo que se debe aprovechar”.
Financiamiento
Al momento de recibir inversiones, el managing partner del fondo regional Alaya Capital recomienda no diluir a los emprendimientos más allá del 20% en cada nivel de financiamiento.
Según Barahona, en la primera etapa, los emprendedores en promedio podrían levantar de familia y amigos aproximadamente US$ 200,000 y luego añadir unos US$ 100,000 de alguna incubadora.
El siguiente momento es el de las rondas de capital semilla, en las que los inversionistas de capital de riesgo podrían colocar entre US$ 300,000 y US$ 1 millón. Los financiamientos posteriores (serie A en adelante) podrían estar por encima de los US$ 3 millones y alcanzar hasta os US$ 5 millones.
“Ese es el camino típico que siguen las startups en el Perú y en el resto del continente”, añade.