Para la agroindustria peruana, el espárrago no es solo un integrante más de su canasta exportadora. Para este sector, este producto fue de los primeros en que el Perú logró el liderazgo global, en el 2003, abriendo camino a más cultivos. Sin embargo, ahora enfrenta una serie de factores en contra.
Juan José Gal’Lino Vargas, presidente del Instituto Peruano del Espárrago y Hortalizas (IPEH), señaló que la importación de semillas se sostiene en los últimos años, en cantidades que permiten la siembra de 1,000 a 1,200 hectáreas. Sin embargo, la extensión de los cultivos sigue reduciéndose.
Hasta el 2021, en el Perú -explicó- había alrededor de 20,000 ha de dicha hortaliza. Sin embargo, entre la siembra y la eliminación de cultivos, el resultado neto arroja una reducción de 3,000 ha el 2022, con un claro impacto en las exportaciones.
“No estamos sembrando nuevos campos con la velocidad con la que estamos sacándolos (a los antiguos) del mercado”, comentó a Gestión, tras explicar que los espárragos deben ser reemplazados por cultivos diferentes al llegar a los 15 años de vida debido a un declive natural de su producción.
Por lo general, las antiguas extensiones de espárragos se están reemplazando por los arándanos, las paltas y las uvas, que ahora son las nuevas estrellas de la agroexportación peruana. En el Perú, los campos de espárragos se concentran en Ica, La Libertad y Lambayeque.
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Al respecto, Agroindustrial Beta reveló anteriormente que evaluaban la sustitución de algunas áreas de espárragos ante cambios en las condiciones de negocio por la nueva Ley Agraria. Así, apuntaba a acelerar la decisión de eliminar áreas de espárragos (Gestión 26.07.21).
“En el negocio agrícola es importante la productividad por hectárea. Al tener campos con muchos años, la productividad baja. Seguimos ganando, pero con condiciones nuevas de costos por la Ley Agraria, debemos reevaluar y tomar decisiones”, comentó Raúl Briceño, gerente de Administración y Finanzas de dicha empresa.
Si bien reconoció que contaban con áreas libres donde podrían sembrar espárrago a fin de mantener la misma extensión, esta alternativa todavía estaba en evaluación y dependía de la política del gobierno de Pedro Castillo frente a la inversión privada.
Menor velocidad de siembra, bajos precios y competencia
Para Gal’Lino Vargas, la menor velocidad de siembra de campos de espárragos responde a una serie de factores. Entre ellos, la aparición de cultivos más competitivos en precio, como los arándanos.
“Los precios en los últimos dos años no han acompañado a las exportaciones; no han sido buenos años. Las empresas que tienen espárragos frescos al ver envejecer sus campos, ver bajar sus precios y subir sus costos, prefieren reducir su área”, anotó.
En el plano local, reconoció que el aumento de costos laborales por cambios en la Ley Agraria agravó el problema. En tanto, factores globales como el alza de precios de los fertilizantes, la inflación, el costo de los fletes, la guerra entre Rusia y Ucrania y otros sucesos también afectan la demanda del consumidor.
Además, recordó que la competencia mexicana en Estados Unidos -que concentra el 52% de los despachos peruanos de espárragos- también presiona a la industria local, pues su cercanía con el destino le otorga más ventajas. Si bien hay esfuerzos por abrir nuevos mercados, la mayor oportunidad sigue en ese país.
“Es un asunto de hábitos de consumo. El espárrago verde fresco es un producto muy común en el consumidor norteamericano y un poco en Europa; no así en Sudamérica u otro destino más cercano. Los principales mercados siguen siendo más o menos los mismos”, dijo.
Hacia las conservas, un negocio estable
En el Perú, la importación de semillas de espárragos apunta principalmente a la producción y al despacho en presentación de conservas. “Este negocio tiene mercados ya establecidos y las empresas tratan de mantener su oferta”, declaró el presidente del IPEH.
Sin embargo, aclaró que no hay una tendencia hacia la expansión de cultivos para exportación de conservas, sino solo a sostener los volúmenes y seguir participando en un negocio que viene estable.
Producción, exportaciones y una esperada mejora
En noviembre último, la producción nacional de espárragos alcanzó las 35,000 toneladas, 5.14% más que el mismo mes de 2021, por favorables condiciones climáticas. Sin embargo, la producción acumulada de enero a noviembre cayó en 6.34%, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Por su parte, la Asociación de Exportadores (ADEX) informó que el valor de los despachos de enero a octubre del 2022 se redujo en 9% a US$ 385.3 millones.
En el presente año, Gal’Lino Vargas, estimó que los envíos de espárragos experimentarían una caída similar al año previo. Sin embargo, esta tendencia a la baja podría detenerse el 2024 por la aplicación de un nuevo protocolo fitosanitario.
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“Actualmente estamos terminando de negociar el nuevo protocolo para evitar la fumigación (con bromuro de metilo) en EE.UU. y hacer un poco más competitivo al espárrago, desde el punto de una mejor calidad, mayor valor agregado”, sostuvo.
Si bien admitió que tal medida no impulsaría un nuevo despegue del negocio de espárragos en el país, confió en que el decrecimiento se detenga.