Agrícola Pampa Baja ha determinado que las condiciones son propicias para sembrar sus primeras hectáreas comerciales de arándanos en Arequipa, debido al éxito alcanzado en las pruebas que realizó en 11 hectáreas experimentales y con el mismo número de variedades de este fruto, indicó Juan Carlos Paredes Rosales, director de la compañía.
Según sostuvo, las temperaturas de Arequipa son mejores para los arándanos que las de cualquier otra parte del país, por lo cual los resultados obtenidos superaron las expectativas. “Desde el punto de vista agronómico ya lo tenemos definido, y desde el punto de vista del mercado, están dadas las condiciones para hacer una siembra de 100 a 200 hectáreas. Ahora habría que hacer una evaluación financiera y tomar una decisión de inversión en el directorio”, explicó Paredes Rosales. La instalación de dichos cultivos implicaría hasta US$ 16 millones de inversión.
LEA TAMBIÉN: “Estrellas” de la agroindustria pierden brillo, ¿qué rumbo siguen los productores?
Otra decisión por evaluar sería la siembra de unas 230 hectáreas que la empresa posee en Olmos (Lambayeque), que podría destinarse a la palta Hass o a otros cultivos de agroexportación. Aunque no precisó de qué nuevos frutos podría tratarse, sí descartó inversiones en cereza o pitahaya. Con respecto a la primera, indicó que la empresa ha realizado pruebas durante cuatro años sin obtener los resultados esperados en relación con la ventana comercial de este fruto. Sobre la pitahaya sostuvo que cuenta con “un mercado muy de nicho”, más adecuado para pequeños productores.
Paredes Rosales, también presidente de Prohass, recordó que el sector agroexportador en su conjunto afronta una situación difícil al verse golpeado por los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania, las restricciones en las líneas de crédito, los bloqueos de carreteras registrados a inicios de año, entre otros factores. “La mayoría de agroindustriales se está enfocando en elevar sus eficiencias, mientras que unas pocas se están enfocando en la expansión, como Pampa Baja, en parte gracias a las condiciones climáticas favorables de Arequipa”, añadió.
Más recambio de cultivos
Entre Arequipa y Lambayeque, la agroexportadora del grupo Layconsa posee 2,700 hectáreas de tierra cultivable. De ellas, 1,850 ha están destinadas a cultivos frutales, mientras que el resto del espacio está ocupado por cultivos rotativos como ají, páprika, alcachofa, entre otros. Sin embargo, la compañía planea reconvertir estas hectáreas a frutales en el mediano plazo.
LEA TAMBIÉN: Sunfruits invertirá en nueva planta de tratamiento de aguas residuales y reforzará packing
Este recambio de variedades fue emprendido por Agrícola Pampa Baja hace más de cinco años, cuando solo el 10% de su facturación venía de las frutas, y la mayor parte de las hortalizas y la leche. Tras ir reemplazando los cultivos de hortalizas como la páprika y la cebolla por hectáreas de paltas, uvas, granada, entre otros, hoy más del 70% de sus ventas proviene de los frutales de agroexportación.
Así, este año las uvas serán el principal motor del crecimiento de la empresa, que proyecta facturar entre 30% y 40% más que el año pasado gracias a la maduración de varios de sus cultivos sembrados en los últimos años.
Con 450 hectáreas de uva de mesa de variedades licenciadas, las exportaciones de este fruto crecerían un 40% este año, impulsadas por una mayor demanda de Norteamérica, puesto que el clima no ha sido favorable para los productores de California.
En cuanto a su principal cultivo de exportación, la palta Hass, la facturación crecería entre 30% y 40% versus el 2022 debido a que la juventud de sus árboles le está proporcionando a Pampa Baja un crecimiento de 60% en volúmenes, lo cual le permite compensar la caída de 20% en los precios obtenidos. Estos últimos valores se han visto fuertemente impactados por el cambio climático, que redujo los calibres de los frutos.
“Nuestra campaña inicia en Olmos muy temprano y culmina en Arequipa con fruta muy tardía. Eso es muy favorable para nosotros, pero en el norte este año hemos tenido problemas de calibre porque la fruta demoró el doble en madurar”, explicó el director de la empresa. Por dicha razón, si bien este año espera un crecimiento en montos de facturación y en volúmenes, la tasa de rentabilidad sufriría una contracción.
LEA TAMBIÉN: Agromar revela próximas inversiones para ampliar planta que compró a Lindley
Redactora Senior con 10 años de experiencia en periodismo político, económico y de negocios. Actualmente forma parte del equipo de Negocios del diario Gestión.