Giovani Alarcón
La suspensión de actividades en el sector aeronáutico en el Perú afectó a cerca de un 30% de empleados, quienes se quedaron sin trabajo, según señaló el gerente general de la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETAI), Carlos Gutiérrez.
En términos económicos, la aviación en el país habría dejado de mover US$ 1,600 millones desde la paralización, dijo. “Se necesita reactivar a la brevedad posible y contar con una ayuda específica urgente, sino será muy difícil superar la crisis y sostener las operaciones después”, declaró a Canal N.
Gutiérrez sostuvo que buscan líneas de financiamiento específicas para el sector que abarquen no solo el primer periodo de suspensión. En ese sentido, señaló que la fecha de reinicio de la aviación comercial sería el 1 de julio; sin embargo, precisó que “la demanda estará retraída y haría que la curva de recuperación sea bastante lenta”.
Distanciamiento
Gutiérrez también refirió que organizaciones como la Asociación de Aeropuertos, la Autoridad Aeronáutica Europea y la Organización de Aviación Civil Internacional “han emitido guías en las cuales en ningún caso se restringe la capacidad de aviones en 50% o 33%”.
Aseguró que dichas disposiciones no serán necesarias en tanto la demanda, en los primeros meses, será limitada y, en la medida que exista espacio en las cabinas, se distribuirá a los pasajeros para tener una distancia adicional, pero no de forma obligatoria.
Recordó que para que un vuelo sea rentable debe tener una ocupación de más de 75%. Por lo que, en caso de que se restrinja un tercio de la capacidad de una cabina, el negocio no sería sostenible. “La otra figura es aumentar el precio de pasajes, pero considerando la situación del público en general, que tiene restricciones y pérdida de empleos, no es un escenario viable el que se aumenten los pasajes para hacer esa compensación”, aseguró.
Medidas
Carlos Gutiérrez señaló que las cabinas de los aviones usan filtros que eliminan más del 99% de los agentes patógenos que pudiera haber en estas. Además, el aire recircula cada 2 a 3 minutos, por lo cual no se restringiría la capacidad de pasajeros.
“Vamos a usar mascarillas dentro de los aviones. Se tomará la temperatura de ingreso al aeropuerto y todas las medidas para evitar el contacto directo. Se está considerando no dar alimentos en vuelos nacionales y, eventualmente, una restricción de los sanitarios. Hay una labor de educación”, mencionó.
Bajo estas condiciones, los vuelos nacionales serían los primeros en operar. Los vuelos internacionales, dijo, se darían en setiembre, en el marco de la tercera fase, aunque estará sujeto a las autorizaciones de otros gobiernos. Los primeros podrían ser Estados Unidos y Brasil, que tienen vuelos internacionales abiertos, anotó.