La aerolínea brasileña Azul SA está trabajando con Citigroup Inc. y Guggenheim Partners mientras explora una potencial oferta para adquirir su competidor en problemas Gol Linhas Aereas Inteligentes SA, según personas familiarizadas con el asunto. Las acciones de ambas empresas subieron.
Las compañías están asesorando a Azul mientras sopesa varias opciones, incluida una adquisición total de su rival, dijo una de las personas, que pidió no ser identificada porque las discusiones aún son privadas. Azul aún podría decidir dejar de lado la idea, añadió la persona.
Azul no respondió solicitudes de comentarios. Guggenheim, Citi y Gol declinaron hacer comentarios.
Cualquier oferta necesitaría la aprobación del regulador del país, conocido como Cade. Las acciones de Azul subieron hasta un 5% en Sao Paulo el martes por la mañana, mientras que Gol saltó hasta un 7.1%.
Gol, con sede en Sao Paulo, se acogió al Capítulo 11 después de lidiar con US$ 2,700 millones en pasivos a corto plazo y realizar una docena de canjes de deuda. En el marco del proceso, ha logrado aumentar su financiación de deudor en posesión de US$ 950 millones a US$ 1,000 millones.
Azul y Gol son parte de un trío de aerolíneas, incluida Latam Airlines Group SA, con sede en Santiago, que dominan los viajes aéreos en el mercado más grande de América Latina. Si bien ambas aerolíneas prestan servicios en algunas rutas con mucho tráfico, Gol se concentra más en vuelos entre Sao Paulo, Río de Janeiro y Brasilia, mientras que la red de Azul hacia otras ciudades es más amplia.
Azul espera que la falta de superposición entre las aerolíneas aumente sus posibilidades de obtener la aprobación regulatoria en caso de hacer una oferta, dijo la persona.
Cuando se le preguntó sobre una posible unión, el director ejecutivo de Azul, John Peter Rodgerson, dijo en una entrevista que su empresa está siguiendo de cerca la situación. “Tienen la obligación con sus accionistas de analizar las oportunidades que existen”, dijo, sin dar más detalles.
A pesar de aumentar las tarifas el año pasado a medida que aumentó la demanda de viajes aéreos, las finanzas de ambas compañías se han visto afectadas por el aumento de los precios del combustible para aviones y los retrasos en la producción de nuevos aviones.
Azul ha tomado medidas para apuntalar su balance recortando costos y logrando acuerdos con arrendadores. La compañía también retrasó los pagos de deuda intercambiando bonos con vencimiento en 2024 y 2026 por valores con vencimientos posteriores que pagaban un cupón más alto. Las agencias de calificación consideraron que la transacción era un cambio de deuda en dificultades.
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