Luego que en la pandemia las clases virtuales llegaran a su pico por las restricciones sociales que se dispusieron, dicha modalidad de estudio ha comenzado a perder fuerza desde que todo volvió a la normalidad. Y es que, si bien en el 2019, solo el 9% prefería estudiar su carrera 100% virtual, esta cifra fue incrementándose por la emergencia sanitaria y en julio del 2022 el interés llegó al 50% de jóvenes. Sin embargo, desde esa fecha se ha registrado una tendencia a la baja, según el último estudio realizado por Flanqueo. ¿A qué se debe?
De acuerdo al reporte, la preferencia por estudiar bajo la modalidad remota se redujo a la mitad al pasar del 50% en julio del 2022 a junio del 2024. Mientras que la educación presencial pasó del 40% al 66% en ese mismo periodo. En tanto, el interés por la semi presencialidad o híbrida no tuvo mayor variación y se ubicó en 9% entre los jóvenes de educación superior.
Javier Quiñones, gerente general de Flanqueo, señala que esta caída en la modalidad de estudio virtual que se viene dando con el tiempo se debe a que hay una “decepción” o insatisfacción por parte del alumnado que considera que esta metodología no es la más adecuada para su formación. Por lo tanto, prevé que al cierre del año las cifras podrían seguir a la baja.
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“Las proyecciones irán cambiando un 5% y al final del 2024 llegará al 20% quienes estén de acuerdo con seguir bajo la modalidad virtual, aunque seguirá siendo más que previo a la pandemia; la híbrida se mantendrá entre un 5% y 9% y la que irá recuperando el porcentaje será la presencialidad con un 75%, pero aun menos que el 2019 cuando fue de 82%”, dijo a Gestión.
El estudio de Flanqueo también revela que el 30% de los estudiantes tiene pensado terminar su carrera de forma virtual, por debajo del 60% que se registraba hace en julio del 2022. En cuanto a las sugerencias que brinda el alumnado a la modalidad remota, el 82% coincide en que las clases deben ser en vivo, mientras que solo un 5% considera que debe ser grabado.
Mejorar experiencia y reducir pensión
Consultados por cuáles son las desventajas de la modalidad virtual, el 50% afirmó que hay mala experiencia educativa y el 40% coincide en que la falta de interacción con los alumnos es lo que lo hace menos atractivo. También detectan que el material didáctico es insuficiente. Sumado a ello, 9 de cada 10 que tienen algún curso de forma virtual obtienen mejoras notas. Este resultado se debe a que consideran que una clase remota es más fácil que una física.
Prueba de esto último es que solo el 21% asegura haberse retirado de algún curso virtual en el presente ciclo, a diferencia del 45% que desertó bajo la modalidad presencial. Esto se explica por que al 60% le cuesta más aprobar un curso cuando asiste al aula.
“Las instituciones deberían asegurarse que sus clases virtuales tengan el mismo nivel de exigencia que la presencial porque claramente, según el estudio, no lo tiene. Se debería agregar a esta modalidad algún tipo de apoyo presencial como talleres, asesorías o clases magistrales que permita compensar en algo el déficit de atención, las dudas o los problemas de aprendizaje que puede generar esa metodología de enseñanza”, destacó Quiñones.
Asimismo, casi por unanimidad, el 99% de los alumnos considera que precisamente por estas desventajas las clases virtuales deberían ser más baratas que una convencional y que no tengan una pensión similar como lo es hoy en día en la mayoría de instituciones educativas.
En palabras del representante de Flanqueo, la educación 100% virtual debería ser entre un 25% y 50% más barata que la presencial debido a que el nivel académico es percibido como inferior. No obstante, precisó que es poco probable que este ajuste suceda por lo que sugirió que mejoren su metodología de aprendizaje e incluyan algún tipo de contacto con el alumnado para garantizar la calidad de enseñanza.
Posgrado
Lo que se observa en la educación superior también se refleja en el posgrado. En detalle, el 62% señaló que no tiene la intención de estudiar bajo la modalidad remoto-virtual. Mientras que el 75% indica que sí estaría dispuesto a llevar algún diplomado o posgrado de manera presencial.
En esa misma línea, el 85% de los entrevistados comentaron que el posgrado bajo la modalidad presencialidad debe costar más bajo que la virtual.
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Ficha técnica:
Universo: Hombres y mujeres entre los 18 a 25 años de NSE A y B.
Muestra: 200 personas que estudian alguna carrera de educación superior que tienen conexión a internet en casa y vivan en Lima Metropolitana.
Periodo: 1 al 10 de junio del 2024.
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Comunicador social licenciado en la Universidad de San Martín de Porres. Actualmente redacto para la sección de negocios del diario Gestión.
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